El Poder de la desinformación

Opinión 04/11/2008 . Hora: 13:25 . Lecturas: 0
El Poder de la desinformación
El Poder de la desinformación
Hace unos días los medios de comunicación del país recordaban los 25 años de la democracia y mostraban la felicidad de los argentinos ante la posibilidad de emitir su primer voto después de los años de la dictadura militar.
Aunque el almanaque indica el paso de estas dos décadas y media, los ciudadanos aun no han aprendido a reclamar por muchos de sus derechos. El reclamo siempre se ve como algo lejano que solo sucede en la Capital. No necesitamos hacer marchas ni contramarchas ni empapelar con panfletos ningún edificio, pero si participar a través de la libre expresión y exigir el derecho a la información.
En varias oportunidades debemos escuchar los discursos de nuestros gobernantes cargados de mentiras y palabras despectivas hacia los sectores que actúan con libertad de conciencia. Esa posición discursiva intenta desinformar y manipular el pensamiento de toda una sociedad en pos de encubrir sus errores personales. Incluso en temas sensibles relacionados con la salud.
Hoy estamos rodeados de distintas vías de comunicación gracias a los avances tecnológicos. Sin embargo, el gobierno municipal después de casi nueve años de gestión continua no desarrolló ningún sistema completo, dinámico y eficaz para que las personas puedan estar enteradas de todos los movimientos de la actividad pública. Actitud que coincide con su forma de ubicarse frente a la sociedad utilizando claramente el Poder de la desinformación. El caso más emblemático ha sido sin lugar a dudas de la instalación del horno pirolítico. Los anuncios fueron escuetos y esporádicos, remarcando la iniciativa como una obra necesaria que además generaría trabajo en la población de la localidad de 17 de agosto. El primero de ellos, fue realizado en la apertura de las sesiones ordinarias del Honorable Concejo Deliberante, el segundo durante una conferencia de prensa y el tercero, en el discurso por el aniversario de la localidad de 17 de Agosto.

La reiteración no aportaba más información que el simple anuncio de la obra. De la misma manera llegó al recinto del Concejo Deliberante y con el agravante de la aprobación por amplia mayoría. La negación a la información detallada por parte del Ejecutivo es manifiesta. No se realiza en el preciso momento que debiera ser, sino cuando los medios de comunicación publican información que despierta a la sociedad engañada. Luego llegan las conferencias de prensa contestarias en tono nervioso y crispado porque desde algunos sectores del periodismo osaron en dar información proveniente de fuentes calificadas.
En estos dos últimos meses dijimos en reiteradas veces que el horno contamina. Hablamos y escribimos sobre las deficiencias de la incineración de residuos, pero el proyecto siguió siendo defendido cuando había oportunidad de hacer una pausa y revisar la idea. La negación de la realidad es tan grave que integrantes de la Coalición Anti Incineración tuvieron que venir a nuestra localidad a educar a los ediles. Algunos de ellos entendieron, otros que ya venían oponiéndose a la instalación ampliaron sus conocimientos y hubo quienes no emitieron palabra alguna sobre el tema. Tal vez aun necesiten más información.
Además de la negación al hecho que emergió con un importante caudal informativo en internet, plasmado en crónicas periodísticas, estudios científicos y centenares de movimientos ciudadanos en contra de la incineración, se visualizan nuevas carencias éticas en el ámbito estatal.
Está claro que, los gobernantes que no brindan explicaciones y actúan compulsivamente a la acción, deben ser observados por los ciudadanos y la justicia.
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