Once: Las nueve “D” de lo que pudo evitarse

Editorial 27/02/2012 . Hora: 18:59 . Lecturas: 0
Dolor Desidia Desolación Desesperación Descontrol Desaparición Drama Duelo Desconsuelo

Elegí estas palabras, entre otras tantas se repitieron una y otra vez desde el miércoles pasado cuando ocurrió el accidente ferroviario en Once. Un hecho que caló hondo en los argentinos, reavivó la precariedad del sistema ferroviario y nos recordó cómo vivimos en este país. Resignados a que nada se termine de solucionar definitivamente, a que los problemas se arrastren por años, como si nunca esto representaría un peligro. Hasta que llega la muerte. Inesperada, avasalladora e irremediablemente develadora de la corrupción empresarial y política. Después llega el silencio, el olvido. Las declaraciones cruzadas y mentirosas al punto de culpar a las víctimas. ¿De qué? ¿De no tener opciones y tener que elegir cada día la misma vía de transporte sea cual fuere su estado? Cuál puede ser la culpa de un trabajador que cada mañana debe tomar un tren para cumplir con sus obligaciones laborales, más cuando se le niega de alguna manera el derecho a viajar dignamente. Es incomprensible que el drama deba repetirse en este país para que se vuelva a insistir en mejorar el servicio de trenes. Aunque más miedo da que poco se haga después de 51 muertos, 700 heridos. Hoy por la tarde, conmovieron las palabras de María Luján, la madre de Lucas, el chico que durante 55 horas fue buscado por su familia y estaba ahí nomás, en el lugar donde ocurrió el siniestro. En la conferencia de prensa, familiares de la víctima, repudiaron un comunicado oficial donde se argumentaba que el joven estaba en un "lugar vedado a los pasajeros". "Maldita es la impunidad, tan maldita como los que usan el dolor ajeno", dijo la madre. "Queremos que nos miren a los ojos y nos digan por qué, cómo no recorrieron exhaustivamente desde el primer momento cada centímetro de la formación. ¿No alcanzaban los recursos humanos para recorrer ocho vagones?,” interrogó durante la conferencia de prensa. Con pocas palabras, pero certeras, Lara, la hermana de Lucas, agregó: “Murió por errores y efectos evitables.”

Por Lorena Freidenberger

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