Maryta Berenguer: Cuando la literatura no tiene edad

Cultura 08/05/2013 . Hora: 12:00 . Lecturas: 4

La narradora Maryta Berenguer, reconocida a nivel nacional e internacional, visitó nuestra localidad el lunes, en el marco de las actividades por el 50º aniversario del Jardín de Infantes Nº 903. Berenguer compartió una jornada narrativa con niños de dicha institución y más tarde, brindó un taller abierto a la comunidad denominado “Cuentos para todos los talles”. El encuentro estuvo auspiciado por el Banco Credicoop de Puan.

[caption id="attachment_26043" align="aligncenter" width="491"] La Directora de Cultura, Prof. Laura Juri y la Directora del Jardín 903, Mónica Monsalvo, junto a Maryta Berenguer[/caption]

El arte de narrar

En conferencia de prensa, Maryta Berenguer, se refirió a su vasta trayectoria en el país y en el exterior y hasta tuvo la gentileza de narrar dos cuentos, uno de su autoría denominado “El botón de los cuatros agujeros” y otro de Alejandro Dolina, del libro Crónicas del Ángel Gris. “Yo soy una cuentacuentos y para mí es una dicha mantener estos espacios. Hace muchos años que comencé contando cuentos en radio y lo sigo haciendo en Bahía Blanca,” dijo Maryta al iniciar la rueda de prensa. “Este momento profesional me encuentra con escuelas de narradores en distintos lugares del país, una de ellas en Bahía Blanca y otra en Buenos Aires. Ahí se forman personas adultas que quieren contar cuentos a distintos tipos de públicos,” relató. “Como arte de la comunicación debe de ser una de las primeras que tuvo el hombre en poder contar sus historias sus anécdotas, lo que le pasaba en el día a día. Ahora ha tomado un formato donde los narradores urbanos, nos formamos para poder abordar distintos tipos de públicos y géneros literarios. La narración oral escénica navega entre dos aguas: la literatura y el teatro. Entonces, una persona adulta, no importa la edad, puede formarse desde la literatura, desde el teatro, desde la oralidad,” explicó. Al referirse a su experiencia fuera del país, la narradora expresó: “He tenido la fortuna, porque creo que soy una afortunada de la vida por poder trabajar de lo que uno quiere y le gusta y de ganarse la vida porque es mi profesión, lo considero un privilegio”. “He participado en festivales en América, prácticamente en todos. Estuve en Chile, Uruguay, Cuba, Puerto Rico, México, España, Francia, Islas Canarias y en toda la península Ibérica. El año pasado participé en el salón del libro infantil en París, también estuve en Palma de Mayorca y en Bélgica, trabajando en la ciudad de Lieja, donde hay una comunidad importante de españoles. Estuve llevando no solamente la historia de mis abuelos, porque yo soy nieta de andaluces, sino la historia de tantos abuelos europeos que ahora viven en nuestro país. Es una actividad que hago con mucho placer y me siento muy orgullosa de haber representado a nuestro país en tantos festivales internacionales,” manifestó. Consultada por cuál es su cuento más querido, Berenguer dijo: “El libro álbum es algo que está muy en boga para los más chiquitos, donde la imagen cuenta tanto como la palabra escrita. Hay una colección denominada “El gallo verde” y dentro de ella, hay un cuento que se llama el “Botón de cuatro agujeros” que es la historia de una familia de cartoneros, donde el personaje principal es Teresa, la madre. Una vez estando en Buenos Aires, donde tengo mi casita en el Barrio Monserrat, muy cerca en la calle Corrientes se juntan los cartoneros. Y yo vi una mamá, muy prolija, abriendo un taper y pasándoles un trapito a las manos de sus nenes y dándoles sándwiches. Me acerqué a ella y me dijo que no quería que sus hijos comieran porquerías, y a mí me quedó esa anécdota. Así nació el cuento del Botón de los cuatro agujeros que después lo ficcionalicé”.

Nuevas tecnologías

Sobre la intervención de nuevas tecnologías en el lenguaje tradicional, Berenguer sostuvo: "La lengua es dinámica y se va acortando cada vez se va acortando más justamente por los medios que tenemos para comunicarnos. El mensaje de texto, tan cómodo, ha llevado a reemplazar términos, palabras a abreviar y a tener que aprender y decodificar. Quienes no venimos de la tecnología, debemos pasar por el proceso de adaptación y adaptarnos". “Yo ya no escribo más a mano alzada, escribo en mi computadora, en mi netbook que llevo a todas partes como para tomar nota de mis ideas. Somos nosotros los adultos que si queremos conservar nuestras tradiciones y mitos, los que tenemos que adaptarnos”, aconsejó. En referencia a cuáles son los “tips” básicos para poder narrar un cuento, la profesional indicó: “Hay que leer, y los adultos debemos ser buenos mediadores de la lectura. Si los papás no pueden comprarles libros, ahora hay Bibliotecas Populares en todas partes y están también las bibliotecas de los jardines y las escuelas. Es bueno que los chicos, en algún momento de la vida, vean leer a sus papás, abuelos, docentes o a algún otro adulto de su familia. Y también contando cuentos. El arte de leer y contar lleva al arte de escuchar. Hay algo paradójico en este siglo XXI con tanta comunicación, porque se están dando generaciones de autistas que se comunican con el chat o el mensaje de texto”.

Comentar esta nota