El mago Pedro Telar se presenta en Puan

“Soy médico veterinario y tengo un consultorio de pequeños animales en Bahía Blanca; pero en cierta oportunidad me pasó que el tema de mi profesión se me estaba volviendo un poco monotemático, entonces me fui a perfeccionar a España, donde conocí gente que también era profesional, pero hacía otras actividades; así empecé a analizar la posibilidad de tener una especie de hobby o algo que, como decían los españoles, sirva para alimentar el alma y el espíritu”, expresó. De ese modo empecé con la magia, primero como una manera de divertirme y distraerme, aunque luego empecé a tomar la actividad más en serio, comencé a estudiar, y a los doce años de estar en el rubro, me propuse también trabajar de esto, sin dejar la veterinaria. En principio empecé con ventriloquía, en relación con la veterinaria, con varios muñecos, animales; y uno de ellos es un orangután, con el cual empezamos a ir a los jardines, las escuelas y los zoológicos”. (Diario a Cambio 2000, setiembre 2012)