Boletín del MIB: "Al principio eran tan pocos..."

Cultura 17/10/2013 . Hora: 11:02 . Lecturas: 0

índice(*) Este mes tendremos la grata visita a nuestra localidad del antropólogo Carlos Martínez Sarasola y de Eduardo Pincén, tataranieto del cacique. Por tal motivo creo conveniente transmitir algunos de los temas de sus investigaciones. Sabemos por diferentes fuentes que, el ganado equino que actualmente tenemos en todo nuestro amplio país se reprodujo a partir de las yeguas y los caballos que la expedición de Pedro de Mendoza trajo desde Europa, aquí se multiplicaron en la llanura. Con el tiempo, los animales fueron el núcleo de transformación en la economía de los habitantes de estas tierras y estos se convirtieron en excelentes jinetes. El historiador chileno León Solís menciona que desde fines del siglo XVI, los araucanos se expandieron hacia las pampas para cazar los ganados cimarrones y robar en las estancias que surgían en Mendoza, San Luis, Córdoba y Buenos Aires. Los ataques de los malones no estaban dirigidos contra las fuertes guarniciones fronterizas, sino contra las estancias ganaderas. Es importante aclarar el significado del vocablo malocas ya que tiene dos acepciones. Se refiere tanto a la invasión de hombres blancos en tierra de indígenas, con pillaje y exterminio, como al ataque inesperado de indígenas contra poblaciones de españoles o de otros indígenas. Generalmente se definen así a los ataques sorpresivos durante las cuales los guerreros se dedicaban al saqueo, al robo y a la destrucción, capturando mujeres, niños y sobre todo ganado y caballos. Con el correr del tiempo, las malocas se transformaron en una actividad económica regular, perdiendo su carácter puramente militar. Estas expediciones de caza fueron posibilitadas merced al extraordinario aumento que experimentó el ganado cimarrón desde días en que fue introducido por los españoles. Según Martínez Sarasola, durante el transcurso del siglo XVI, pequeños grupos araucanos cruzaron las montañas llegando a nuestro territorio dispersos y cautivos. Habían logrado una preparación bélica sumamente desarrollada, promovida por las invasiones de los incas y los españoles, posteriormente. Aquí se produjo el proceso conocido como la araucanización de la pampa, tema del que hablaremos en otra ocasión. Para finalizar considero interesante compartir algunos conceptos del antropólogo, que son sumamente interesantes. “… el indígena necesita la tierra porque sin ella pierde su identidad social y étnica… Para todas las culturas, la tierra es la posibilidad del arraigo, la alternativa crucial para fijar raíces y desarrollarlas, es el ámbito de encuentro con la vida cotidiana; es el suelo existencial que, para el paisano es el pago y para el hombre de la ciudad el barrio. Tener la tierra para las comunidades indígenas es vital, desde hacía casi tres siglos defendían su territorio. La tierra era propiedad legítima de las comunidades originarias. Solo la violencia y el uso de la fuerza pudo consumar la quita de tierras a sus legítimos dueños. Los indígenas además de perder sus tierras, comenzaron a desintegrarse culturalmente…”

*Lic. en Historia Lucía Vallejos (Asoc. Amigos del Museo Municipal) Bibliografía: León Solís.” Maloqueros y conchavadores en Araucanía y las Pampas, 1700-1800”. Ediciones Universidad de la Frontera. Serie Quinto Centenario, volumen 7. Temuco, Chile. 1991. Martínez Sarasola.” Nuestros paisanos los indios”. Emecé. Editores, 1992

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