Cuando la violencia nos golpea

Opinión 02/12/2013 . Hora: 21:27 . Lecturas: 0

(Por Todas las Voces Puan) "Acá no estamos acostumbrados, acá eso no pasa". "Vivimos en un pueblo tranquilo". Expresiones como estas, lamentablemente, van cayendo en desuso, porque ante la violencia y el atropello, aparecen como aliados naturales la desconfianza y sobre todo el temor. Lo ocurrido en el Instituto Almafuerte, debe llamarnos a la reflexión. Un hecho penoso para una institución que todo el año está al servicio de sus alumnos. Ninguna mente racional puede comprender tanto odio, tanta capacidad de daño puesta en contra de un colegio. Por eso, el ataque de hoy, no fue solamente contra el Instituto Almafuerte, sino contra toda la comunidad que es parte activa de cada una de las instituciones. Esperamos que las autoridades puedan desentrañar lo sucedido, y dar con el o los culpables, para que respondan ante la justicia por sus actos, como corresponde, por tanto daño y desprecio expuesto en estas aberrantes acciones. Aunque nada justifica lo sucedido, cabe preguntarse ¿En qué estado debe estar una persona para cometer semejante atropello, dejando tanta desolación? La violencia ha llegado para quedarse, eso es evidente y visto está sucede hasta en nuestras propias comunidades. A veces, la violencia no es sinónimo de golpes ni trompadas. También se manifiesta verbalmente, con actitudes, con gestos que arrastran consigo el afán de dividir y hasta se puede herir con las más simples habladurías. Esto hace mucho mal y erosiona a las sociedades, destruye vínculos y produce estancamiento. Hasta que, como en el caso del Instituto Almafuerte, toman forma explícita, vandálica, bárbara e irracional. Solamente la educación, el diálogo, la comprensión y la apertura hacia quienes piensan distinto nos puede llevar por el camino del crecimiento. Tomemos el desafío de caminar el mismo camino, antes de que la violencia nos gane la pulseada.

Comentar esta nota