La dignidad es celeste y blanca

Fútbol 13/07/2014 . Hora: 19:13 . Lecturas: 0

No se pudo, pero se dejó todo en los 120 minutos. Después de 24 años, otra vez en una final. Desgastados, estresados, hambre de gloria que no quedó saciada. Pero no importa, nuevamente fuimos un equipo en serio que cayó frente a otro equipo en serio. Alemania pasó por esta situación frustrante de quedar relegado al segundo puesto en mundiales en varias oportunidades. Pero el fútbol es así, por ahí te da, por ahí te quita. El partido tuvo chances claras para Argentina, no se dio porque la suerte o la habilidad no mostraron su brillo. El rival trabajó, no dejó de intentar y pocas veces pudo inquietar a Romero. Hasta que un guiño del destino, una pelota justa selló el resultado. Habrá cosas para discutir, por ejemplo los cambios de Higuaín y Lavezzi. No se entendió... Lo mismo con el penal a Higuaín, la posición adelantada finita en el casi gol del mismo pipita, la falta de precisión de Palacio y el por momentos adormecido Messi. Pero, por sobre todas las cosas, despidámonos de Brasil como nos merecemos, dignamente, con la frente alta, sabiendo que nuestros jugadores dejaron hasta la última gota de sudor en el Maracaná. El mismo Maracaná del sueño brasileño que no pudo ser. Valoremos este momento, sintiéndonos orgullosos de este equipo, el equipo de todos los Argentinos

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