Roberto Grill: “Son situaciones que te marcan de por vida”

Entrevistas 02/04/2016 . Hora: 19:59 . Lecturas: 14

A 34 años de la gesta de Malvinas, recordamos la entrevista realizada a Roberto Grill, sobreviviente del Crucero ARA “General Belgrano” hundido el 2 de Mayo de 1982 por el submarino inglés “HMS Conqueror”, publicada en la edición Nº34 de TLVP (abril de 2015). Las 35 horas a la deriva en una precaria balsa hasta ser rescatado, el regreso a su Villa Iris natal, el reencuentro, y el desafío cotidiano de la superación, son algunos de los temas abordados en esta nota.

“Este último 2 de Abril fue un día especial, si bien para nosotros el recuerdo es cotidiano. Con otros veteranos, comenzamos asistiendo el miércoles a la noche a la vigilia en el monumento de Cuyo y La Falda, en Bahía Blanca. También a la convocatoria del Museo Histórico, para dar una charla sobre nuestra experiencia y el jueves estuvimos en el acto realizado en Villa Iris. Si bien uno cumple con la rigurosidad del protocolo, sin olvidar que el Día de Malvinas, para nosotros es todos los días”, destacó Roberto Grill, un villaerense, actualmente radicado en Bahía Blanca.

-¿Cree que desde hace algunos años a la fecha, el rol de los veteranos de Malvinas es más valorado por la sociedad?

-Si tomamos como referencia la cantidad de gente que asiste a los actos, sin dudas es así. Ha ido cobrando mayor importancia y reconocimiento, se ha conocido la labor de estos últimos años, es una Gesta histórica y se ha tomado conciencia. Antes no se conocían los pormenores, ni el trabajo de difusión permanente de los Veteranos. Todo eso seguramente ha colaborado. Los medios de comunicación nos prestaron un poco más de atención, haciendo que la gente se interiorice y nos acompañe.

-Seguramente, con los años y las etapas de su vida, usted ha ido teniendo diferentes concepciones sobre lo que fue la guerra.

-Esto tiene que ver con la maduración como ser humano. No es lo mismo cómo recordábamos lo vivido cuando teníamos 20 años y la sangre más caliente, a cómo lo recordamos ahora, con la tranquilidad y estabilidad que trae la edad. Pasó el tiempo. Yo siempre comparo esto como una fruta, pongámosle una manzana que está madurándose en la planta. Nosotros éramos eso, teníamos 18 años y estábamos en plena etapa de maduración. Si vos a esa fruta le pegás con algo, le queda una marca. Hay tres opciones, está la manzana que se cae de la planta, que en este caso sería el que murió en combate. En cambio, la manzana que quedó en el árbol y se pudrió, simboliza a los camaradas que decidieron suicidarse porque no aguantaron, hoy sumamos más de 500 suicidados. Por último, está la manzana que sobre esa marca hace una cáscara más gruesa y termina siendo la parte más resistente de la fruta, ante cualquier agresión que luego pueda recibir. Eso nos pasó a nosotros, algunos se cayeron de la planta y están haciendo guardia allá; otros decidieron quitarse la vida porque no soportaron el estrés postraumático de una guerra; y nosotros, como pudimos, reforzamos la cáscara y tratamos de ser resistentes. Aunque también es cierto, que cuando vas a comprar manzanas, elegís las más redonditas, las más sanitas y a las otras las dejás de lado. Afortunadamente, algunos han elegido consumir lo que nosotros transmitimos sobre aquel episodio del golpe a la manzana.

-¿En estos más de 30 años tuvo algún episodio de quiebre emocional por lo vivido?

[caption id="attachment_50077" align="alignleft" width="284"]roberto grill y bravo (ex- combatientes Guerra Malvinas) Roberto Grill y Dante Bravo, villaerenses, veteranos de Malvinas (Foto archivo 2013) Bravo formó parte de uno de los Destructores que rescató a los náufragos del Crucero Belgrano[/caption]

-No, pero notás que te ponés más sensible y más fuerte a la vez. Según mi punto de vista, la sensibilidad tiene que ver con la fortaleza. Uno no es más débil porque llore, sino todo lo contrario, porque es en esos momentos donde mostrás tus sentimientos. Hubo momentos en los que estuve más o menos sensible, esto se relaciona a momentos puntuales, por ejemplo encontrarme con padres de soldados que quedaron allá y no veía desde hace muchos años. Esas cosas te bajonean porque te das cuenta lo que están viviendo. Para quienes volvimos, la vida ha sido más sencilla, pero los familiares de los caídos no lo soportan, la herida nunca va a cicatrizar del todo. Se ocasionaron heridas muy graves, no solo para nosotros que estuvimos allá, porque imagínense que cinco minutos antes que nos impactara el primer torpedo estábamos charlando. Y a los cinco minutos muchos compañeros no estaban más, estaban muertos. Son cosas que te marcan de por vida, más cuando sos muy joven y estás aprendiendo. Y así madurás en la medida en cómo tu entorno, la familia y los amigos te apoyan. Vas buscando la manera de salir y los demás te ayudan en el proceso. Yo conozco algunos Veteranos de Malvinas que han tenido una vida exitosa, otros que no, y los que estamos en el medio, los que vivimos, por decirlo de alguna forma, de una manera normal. Sin dudas, la guerra marcó nuestras vidas, eso hace que por momentos sientas una especie de debilidad. Cuando a mí me pasa eso, me acuesto a dormir. Si un día no estoy bien, me voy a hacer algo sólo, si tengo que trabajar también quiero estar sólo. Medio que te aislás un poco. Pero bueno… no sé si está bien o está mal, tiene que ver con lo que uno siente. Si en la vida tendríamos todo arreglado, sería más sencillo, pero no es así.

-Cada uno hace lo que puede…

-Sí, de la misma manera en que hicimos todo lo que pudimos allá en Malvinas y no salió bien por el resultado. Si vos te ponés a pensar en la guerra por todo lo que nosotros pusimos, la ganamos. Pusimos todo lo que teníamos. El resultado bélico, el 2 a 0 no quiere decir que no hayamos jugado bien. Pero bueno, los resultados son los que marcan las estadísticas y cuando se habla de la guerra se dice que ganaron los ingleses. El apoyo de Chile, de Estados Unidos, Inglaterra pasó de tener un solo portaaviones para aterrizaje de naves de combate y exploración, a disponer de una base de 500 kilómetros en Punta Arenas, Chile. Es muy largo de contar, pero tiene que ver con todo esto.

-¿Recordás tu primer día en Villa Iris, luego de regresar de la guerra?

-El día 2 de Mayo de 1982, a las 4 de la tarde, nos pegaron los torpedos. 4:30 estábamos en las balsas, era domingo. Nos rescataron a las 3:15 de la madrugada del martes. La mía fue la anteúltima balsa que sacó el Gurruchaga. A Ushuaia llegamos, después de otras 28 horas de navegación, el miércoles 5 de Mayo, a las 8 de la mañana. Ahí, abordamos un avión Electra hasta Río Grande, Tierra del Fuego. Después, nos subieron en un Boeing 707 hasta la Base Comandante Espora en Bahía Blanca. El jueves 6 de Mayo nos hicieron la revisión médica en el hospital. Y salimos para nuestras casas, con ropa que nos dieron ahí. Nos pagaron el sueldo y fuimos a Villa Iris con la que en ese momento era mi novia. roberto grillLlegué y jamás había visto tanta gente en mi casa, sacando a mi madre y mi hermana, a quienes había visto la noche anterior en Puerto Belgrano. Me encontré con algo… ¿Viste que en los pueblos hay quienes te quieren más y quienes te quieren menos? Ese día no había diferencias. Siempre digo que si el país estuviese dirigido por Veteranos de Guerra, estaría más unido, más allá de las diferencias religiosas, políticas o deportivas. La causa Malvinas une. Y bueno, en casa había mucha, mucha gente, tomaban café, la recepción fue muy emotiva. Yo nos sabía qué hacer, era muy chico, para mí era todo una aventura, haberme salvado lo había sido. Pero no sabía cómo actuar. A la noche me acosté a dormir y no podía, pasaron los días. Por ahí, salí a caminar, me encontré con Manuel Vasallo, mi mejor amigo y otros chicos del pueblo. Y fuimos a la Secundaria, porque me querían ver. Yo había dejado hacía unos años, me había ido a estudiar a la Armada cuando tenía 15 años, con el tercer año cumplido en Villa Iris. Pasaron unos días y nos hicieron un asado en el campo de Adino Antonelli, a mí y a Sarden, que éramos dos de los sobrevivientes del Crucero General Belgrano y ambos de Villa Iris. Después de doce días en mi pueblo, el 18 de Mayo me reincorporé a la Armada. Recuerdo aquellos días de salidas, intentando distraerme y divertirme, de dormir tratando de no pensar. Porque el proceso más grave es cuando vos, después del hecho, pensás en lo que podría haber pasado. Y te cuestionás la posibilidad de haber caído en un lugar donde no caíste, o en otra balsa, o en que pasaba si no me hubiesen agarrado de los pelos para sacarme del agua. Si yo no hubiera hecho tal o cual cosa, si no hubiese reaccionado de determinada manera. Te das cuenta que tus acciones no se pueden prever, es como te sale en el momento. Y así salió, y así transcurre mi vida. Nunca fui al psicólogo, siempre digo que si voy a uno, lo vuelvo loco yo a él, mejor me quedo en casa. Y así hemos vivido hasta hoy, y ahí estamos, tratando de que no se olviden los que quedaron allá. Héroes son ellos, nosotros somos Veteranos, y podemos vivir, tenemos familia y seguimos haciendo macanas.

-¿Cómo le explicarías a un adolescente de entre 15 y 18 años lo que fue la guerra?

-Deben saber que lo peor que le puede pasar a un ser humano es participar de una guerra, es muy trágico y marca de por vida, por más que estés al lado del que tira o del que recibe. A cualquier persona, una situación terminal o límite la marca, pero una guerra es realmente algo tremendo, es grave, complicado de entender. Yo lo que trato de hacerles comprender es que no sean agresivos, salvo que sea algo para defender alguna cuestión que de otra manera no se podría defender. A mí si mañana me agreden a mi familia o afectos, salgo con los tapones de punta, como cualquiera. Pero siempre, trato de conciliar. Por eso, mi mensaje es busquen conciliar, no enfrentarse, busquen respetarse más allá que no compartan ideas. Debo respetar a quienes no comparten mis mismos gustos o maneras de pensar. Que traten de estar unidos, que sepan que el gordo, el flaco, el negro, el blanco, el de Boca, el de River, el Peronista, el Radical, somos todos seres humanos que pensamos diferente nada más que eso, y después vamos a parar a la misma tumba y a ese lugar no se va con un camión de mudanzas. Sepan que morirse no vale la pena, vos fíjate cómo es la muerte que te da una vida de ventaja, aunque siempre termina ganándote. Por eso, esa ventaja que te da aprovechála al mango.

-Contános sobre tu presente

-Tuve dos matrimonios, en el primero nació mi hija que hoy tiene 26 años y ella es madre de una niña, ya soy abuelo. Y tengo un hijo, Lucas de 9 años con Marina, mi actual esposa con quien hace 18 años estamos juntos. Me dedico sobre todo al automovilismo, rubro en el que soy Comisario Deportivo, también, por cuenta propia, comercializo autos para diferentes agencias. Mi tarea en el deporte me hace viajar permanentemente, cubriendo diferentes categorías a través de medio país. Tengo una familia fantástica, una gran esposa, primero una gran mujer y después profesional, una Ingeniera que trabaja en el área petroquímica. Un hijo que estudia y una hija que entró en la Escuela de Policía. Vivo a diario levantándome muy temprano porque me gusta, tratando de estar todo el día activo. Me acostumbré a hacer esto para no pensar. Y así hice una costumbre, una rutina, aunque por ahí me duermo alguna siestita. Disfruto de asados y encuentros con amigos o familiares, y colaboro con mis suegros en el campo. Siempre estoy tratando de hacer todos los días algo.

Ex combatientes de Malvinas - Distrito de Puan

  • José María Calzada
  • Dardo Fonseca
  • Alberto Raúl García
  • Roberto Grill
  • Dante Bravo
  • Luis Alberto Heredia
  • Carlos Tello
  • Jorge Tulesi
  • Juan Carlos Steijman
  • Heberto Waimann
  • Ernesto Weimann