Fonoaudiólogas de una amplia región se capacitaron en Puan

Entrevistas 09/07/2018 . Hora: 21:47 . Lecturas: 15

Una Jornada de actualización destinada a la evaluación de niños pequeños desde una perspectiva neurolingüística, se desarrolló este sábado 7 de julio, en instalaciones de la Biblioteca Popular “Bernardino Rivadavia” de Puan.

La capacitación dirigida a Licenciados en Fonoaudiología, Fonoaudiólogos y estudiantes de esa especialidad provenientes de toda la región, fue dictada por Licenciada Yamila Libertelli, actualmente radicada en la localidad bonaerense de Monte Grande y egresada de la Universidad de Buenos Aires. El auditorio estuvo integrado por 11 fonoaudiólogas, llegadas de las ciudades de Daireaux, Coronel Suárez, Pigüé, Villalonga, Guatraché, Bahía Blanca y Puan.

Las actividades comenzaron a las 9 de la mañana y finalizaron a las 17 horas, abarcando temáticas como la Evaluación neurolingüística, objetivos, alcances y limitaciones. También hubo tiempo para dialogar sobre los test estandarizados y la práctica grupal, entre otras cuestiones.

Del encuentro, participó la ONG Abuela de Martín, para hablar sobre hipoacusia e implante coclear. [caption id="attachment_70324" align="aligncenter" width="1665"] Gisele Destrée,, Yamila Libertelli y Julieta Stiep[/caption]

En diálogo con este diario digital, la Lic. Yamila Libertelli, junto a sus colegas Gisele Destrée y Julieta Stiep, realizaron un balance de la jornada.

“Fue positiva, y a la vez mi primera charla abierta sobre la tarea que uno hace en el consultorio. La idea es dar con un diagnóstico lo más certero posible en niños pequeños, con un lenguaje y desarrollo de la comunicación que, en un principio, no está considerado como patológico. Se buscó abrir un panorama acerca del reconocimiento de los trastornos lingüísticos y de la comunicación, y en sintonía con eso, desarrollamos algunas técnicas y cuestiones a tener en cuenta”, explicaron, al tiempo que agradecieron a los responsables de la Biblioteca por haber cedido el espacio.

-Estos trastornos deben ser parte de un campo muy amplio… ¿En qué cuestiones hizo más hincapié hoy? Abarcamos una mirada clínica integral, sin alejarnos del aporte de la familia y del propio paciente; la técnica estandarizada para puntuar los test, para así localizar de dónde proviene el déficit o la patología lingüística. Y sobre todo, generar diagnósticos certeros en lo referido a los trastornos del espectro autista, problemática que afecta a los pequeños a partir una edad cada vez más temprana.

-¿Hay alguna razón por la cual hay cada vez más de estos casos? Hay una mayor detección temprana. Yo sostengo que existe un combo de causas; por ejemplo está presente la cuestión ambiental, el factor genético o por el día a día de las familias, aunque no hay nada certero científicamente. No existen, por ejemplo, los test de sangre como patrón de evaluación. Lo que puede empezar a delinear un camino hacia un tratamiento exitoso es una buena evaluación de la comunicación y el lenguaje.

-En estos temas debe ser fundamental el apoyo de la escuela y la familia Las familias llegan al consultorio muy angustiadas, con la necesidad de saber qué le pasa a su hijo; o bien porque los mandaron del colegio, o el neurólogo indicó una evaluación. Por eso, la idea es brindarles las herramientas necesarias, despejarles dudas y miedos. En base a eso, se comienza una etapa que debe transitarse de la mejor manera posible.

-Una de las preocupaciones recurrentes de los padres es cuando el niño ve retrasado su lenguaje… ¿Existe una edad determinada en la que deba hablar más o menos de manera fluida? A partir del año o año y medio surgen las primeras palabras, pero antes de eso debemos prestar atención a si establecen contacto visual con las personas de su entorno, todos esas conductas que nos permiten saber si el chico está conectado, que nos quiere decir algo aunque aún no encuentre la palabra para hacerlo, o los recursos expresivos para decir “mamá”, “papá”, “quiero” o “dame”. Su lenguaje corporal debe indicarnos que está queriendo decirnos algo. En los casos de niños con trastornos del espectro autista, eso no se da, porque se los ve desconectados, no prestan la debida atención ante el contacto visual, ni reaccionan frentea los estímulos, no disfrutan de la interacción con el otro, no sonríen. Es importante entonces poder diferenciar un trastorno de la comunicación de un simple retraso del lenguaje.

-¿Los tratamientos de estas disfunciones suelen ser largos? Sí, sobre todo cuando el niño tiene una familia que tiende a la hipo-estimulación, y no interactúa con el chico. La familia piensa que no habla porque tiene algo, o porque no quiere. Suele pasar que esos padres necesitan que les recomendemos algunas cuestiones que deberían ser naturales, como el simple hecho de jugar, hablar, mirar o sonreír más a sus hijos. En este caso, se trata de una simple estrategia familiar, y en pocos meses el problema se revierte. Ahí los padres se dan cuenta que pretendían que el chico hable cuando en realidad ellos no le hablaban al chico.

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La Lic. Gisele Destreé, expresó la necesidad de desmitificar algunos tópicos propios de la familia, cuando dicen que el hijo “es vago” porque no habla, o el consabido “yo era igual cuando era chiquito”. Es preciso estar atentos a cómo el niño se comunica, qué nos está queriendo decir, ver si como adulto creo espacios para jugar, para contarle historias o para leerle un cuento.

-¿Hay algún caso que las haya marcado profesionalmente? Son muchos, pero uno es cuando los padres vienen con la idea de que se trata de algo sencillo, porque al nene o la nena no le sale la famosa “R”, y por ahí estamos a años luz de que la “R” sea el objetivo principal de un tratamiento fonoaudiológico Lo importante es que el chico sea socialmente adaptativo en la escuela, que pueda tener amigos, que disfrute de los cumpleaños, que adquiera habilidades, que comprenda un chiste o una ironía. El uso social del lenguaje, eso es para mí lo más movilizante.

-¿A la consulta llegan casos de adultos también? Me dedico a la población pediátrica, por derivaciones de neurólogos, de pediatras o consultas familiares, sobre todo cuando la mamá siente que algo no está bien con su hijo, porque lo compara con otros allegados. En el 95% de los casos esta mamá tiene razón, había algo por lo cual preocuparse.

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Para la Lic. Destreé en los casos que necesitan tratamiento “nunca es temprano, pero sí puede llegar a ser tarde”. Cuando se dice “dejalo, ya va a hablar”. Los adultos no deben quedarse en eso, porque una detección y un tratamiento oportuno pueden favorecer aprendizajes posteriores. En casos de personas adultas que han quedado con alguna disfunción en la pronunciación, las profesionales puntualizaron que poco puede hacerse, porque la estructura y el patrón articulatorio de los fonemas ya están muy arraigados. “Si es orgánico, por ejemplo un frenillo corto, se puede llegar a resolver. Por eso, le damos tanta importancia a la detección temprana”. Por último, Libertelli agradeció a sus colegas puanenses por haberla convocado y animado a brindar esta capacitación. “Esta movida neurolingüística es a nivel internacional, no nos podemos quedar con la vieja escuela, hoy las familias necesitan otras cosas, vivimos en una sociedad con nuevas exigencias y desafíos, de allí la necesidad de actualizarnos como profesionales. No solamente tenemos la tarea de trasladarnos a las ciudades para capacitarnos, sino que es bueno traer a nuestra localidad profesionales bien preparados como Yamila”, concluyó Destrée.