Dos estudiantes europeas contaron su experiencia de intercambio cultural

Cultura 30/08/2018 . Hora: 19:54 . Lecturas: 3
La italiana Sofía Ramelli y la alemana Lucía Hering, ambas de 16 años estuvieron el miércoles en Puan. Las dos fueron recibidas por familias anfitrionas de Tornquist, en el marco del Programa Intercultural del AFS, ONG con filial en Bahía Blanca que ofrece programas de intercambio bajo el lema “Descubrí una nueva cultura y aprendé otro idioma”. Las chicas continuarán sus estudios secundarios en la localidad en donde residirán durante diez meses. Durante el año, cientos de miles de estudiantes de diferentes nacionalidades salen de sus países para vivir experiencias de intercambio.

Dirigentes y voluntarios del AFS Programas Interculturales, filial Bahía Blanca y Punta Alta estuvieron presentes en Puan el miércoles último, a fin de brindar una charla informativa en el Espacio Cultural “El Mercado”.

El encuentro fue impulsado por Jorgelina Walter, Directora del Museo Ignacio Balvidares y referente local de la ONG, Luis García (Presidente de la estructura voluntaria bahiense) y Ricardo Obert (voluntario y Coordinador Educativo), llegaron acompañados por dos estudiantes de intercambio, la alemana Lucía Hering y la italiana Sofía Ramelli, ambas de 16 años, quienes arribaron a nuestro país hace seis días y convivirán diez meses en la vecina Tornquist. En la localidad serrana son hospedadas por familias del lugar, y asisten a la Secundaria N° 3.

Qué es la AFS El American Field Service es una organización internacional, de base voluntaria, no gubernamental, sin fines de lucro que promueve oportunidades de aprendizaje intercultural para ayudar a las personas a que desarrollen conocimientos y destrezas. Su establecimiento en Argentina data de hace sesenta años, coincidiendo ese tiempo desde su radicación en Bahía Blanca. La visión de esta ONG es dar oportunidades de aprendizaje intercultural de calidad que año a año impacte positivamente en más jóvenes, familias, otros participantes y un público más amplio, desarrollando así una comunidad de ciudadanos globales decididos a construir puentes entre las culturas.

La AFS prepara a sus participantes para que actúen como ciudadanos globales, que trabajen en pos de la paz y el entendimiento en un mundo diverso basándose en los valores de dignidad, respeto por las diferencias, armonía, sensibilidad y tolerancia.

Accesible

Luis García explicó que, al asumir la presidencia de AFS, decidieron llevar los intercambios a la región, como una manera de expandirse. Consultado sobre los costos para emprender un intercambio cultural en otro país, señaló que, cuando informan a las familias, insisten en decir que “sale más barato que la Fiesta de los 15”. “Es accesible en cuanto a cuotas y métodos de pago. La familia puede abonar los intercambios mediante una cómoda financiación. Es una inversión que tiene frutos a futuro”, puntualizó.

Las familias voluntarias que se ofrecen a albergar a los jóvenes deben cumplir tres requisitos: garantizar alimentación diaria, un lugar para dormir que puede ser una habitación compartida con un hijo del mismo sexo y aceptar al estudiante como un hijo más. Es necesario brindar contención y tolerancia al chico o la chica, sobre todo en los primeros meses de adaptación”, dijo.

Acerca de cuáles son las nacionalidades que más frecuentemente elijen venir a Argentina. García informó que el Febrero llegan muchos estudiantes tailandeses, promediando el año arriban italianos y alemanes, y también de Dinamarca, Noruega o Suiza, entre otros países.

Sobre el perfil del estudiante al que le es más difícil insertarse en el modo de ser argentino, el Presidente de AFS Bahía Blanca, reconoció que cuesta más conseguir familias para los jóvenes asiáticos. En el caso de los italianos o los estadounidenses es más sencillo. “Todo se relaciona con la identidad y con las diferencias culturales”, puntualizó.

[caption id="attachment_71681" align="aligncenter" width="913"] Recepción a las estudiantes en la E.E.S. N° 3[/caption]

Sofía y Lucía

[caption id="attachment_71684" align="alignleft" width="300"] Estación de Michendorf, pueblo de Lucía[/caption]

Sofía Ramelli llegó desde el norte de Italia, de Fiorenzuola d'Arda, un pueblo de 15 mil habitantes ubicado en la Provincia de Piacenza , en la Región de Emilia-Romaña, distante a una hora de la ciudad de Milán. Lucía Hering es alemana, de Michendorf, un municipio situado en el distrito de Potsdam-Mittelmark, en el estado federado de Brandeburgo, a 45 kilómetros de la capital del país, Berlín. Apasionada por la música, nos cuenta que toca muy bien el acordeón. Para ambas es la primera vez que salen de sus países. “Esto es muy interesante y diferente de Alemania. Me gusta mucho Tornquist. La familia que me recibió es muy agradable, vivo con dos hermanos, y una madre que es la Directora de la Escuela Secundaria de Tornquist. Estoy muy emocionada con la escuela, todo es muy nuevo para mí, no entiendo mucho español, pero los chicos son muy agradables. Cuando no entiendo una frase o una palabra, ellos me la repiten para ayudarme”, reconoció Lucía, contenta con sus progresos, porque hasta seis días, prácticamente no hablaba nada de español. Consultada sobre las diferencias en la relación profesor-alumno que encontró en la escuela, realizó una comparación con su experiencia en Alemania.

[caption id="attachment_71683" align="alignleft" width="314"] Fiorenzuola d'Arda, desde donde llegó Sofía[/caption]

“En mi país es mucho más rígido el trato. Hacia los profesores nos dirigimos como “señor” o "señora".  Acá en Argentina son más cálidos, más abiertos”, consideró. Al hablar de las costumbres no faltaron las comidas. “Me gustó mucho el mate, el asado, las milanesas, quiero aprender a cocinar algunas recetas de acá”, confesó. Sofía también pasa sus días en Tornquist, en lo que ella llama “una familia no convencional, porque falta el papá”. Tengo hermanos aquí, uno de 23, una hermana de 32 y otro de 33, pero sólo el más pequeño vive con nosotros. Empecé la escuela el lunes, mis compañeros son agradables y enseguida me hicieron sentir parte del grupo. Entiendo que es difícil porque estamos pasando mitad de año, no es como empezar de cero. Con el idioma no tengo dificultades, no me cuesta entender, sino hablar. Para Lucía y Sofía es la primera vez fuera de su país, y están encantadas con Argentina y con Tornquist. “Antes de venir no sabía demasiado sobre el pueblo que nos albergaría, pero si aprendí mucho de la historia y la cultura de Argentina”, expresó Lucía. Asimismo, Ricardo Obert confirmó que en Septiembre las chicas participarán con su colegio de un viaje de estudios a las Cataratas del Iguazú. “Llegaron en el momento justo”, indicó. Lucía nos comentó que va a aprender a bailar tango con su “hermano” argentino, refiriéndose así a uno de los integrantes de la familia receptora de Tornquist. “Él también toca el ukelele y tengo ganas de aprender”, completó la joven alemana, al tiempo que contó que el próximo sábado van a salir a bailar a la disco de Tornquist.

El futuro

Sobre el final de la charla, Sofía cuenta que su proyecto es estudiar abogacía y anhela viajar por el mundo. Lucía se inclina por viajar, aprender idiomas y trabajar en medios de comunicación.

Ricardo Obert es docente y se encarga de contactar a las familias receptoras de los estudiantes que llegan desde el exterior. “Ubicamos a los chicos en las escuelas que elija. Luego, una vez por mes, voy al colegio para ver cómo marcha el intercambio. Más allá de la presencia de un consejero que constantemente lo ayuda.

También dictamos talleres en instituciones educativas, las fechas se pueden reservar en octubre, coincidiendo con el mes de la diversidad cultural. Estamos abiertos a la invitación de las escuelas.

Comencé a trabajar en AFS hace tres años, luego de pasar por la experiencia de ser parte de una familia anfitriona”, aseveró.

Para Luis García, estos intercambios no solo “le cambian la vida a las familias anfitrionas, sino también a los estudiantes “.

Antes de regresar a Tornquist, el grupo visitó algunos de los atractivos turísticos de Puan.