Turf en Puan: Esperando el regreso de las grandes emociones

PUAN 01/03/2019 . Hora: 13:07 . Lecturas: 1

Por Carlos Malvicini

En unos días más, debería tener lugar en nuestra ciudad una reunión hípica. No cualquier reunión. Una que comenzó a realizarse en 2013 y que desde entonces y hasta el año pasado constituyó el acontecimiento de turf más importante del calendario anual de competencias que realizaba el Auto Club Puan.

Lo era por varios motivos.

Por el programa de carreras que se elaboraba, entre ellas las pollas de potrillos SPC debutantes de dos años; por los premios en juego, no solo para los competidores sino también para los espectadores (sorteos de 0 Km. y grandes sumas de dinero en efectivo); por la difusión previa y posterior que se le daba a la misma, lo que permitía ir posicionando la fecha como un clásico en el ambiente de las cuadreras y por el público que movilizaba, transformando a Puan en el destino de centenares de personas provenientes de los más diversos puntos del país.

Para la entidad organizadora, bastante alejada ya de las competencias automovilísticas que le dieron su razón de ser, abrazar la hípica fue un poco su renacer institucional, volviéndole a dar uso al hermoso predio que posee sobre el faldeo del Cerro de la Paz. Ello le obligó a realizar cuantiosas y onerosas obras de carácter específico para el desarrollo de esta disciplina.

Hablo, mejor dicho escribo, en pasado porque la carrera que debía tener lugar el próximo domingo 10 se trasladó al Club Hípico Unión Baska de Macachín.

En esto nada tienen que ver organizadores, carreristas, studs, jockeys ni público. Se debe a la decisión de las autoridades provinciales que al parecer comenzaron a aplicar el Decreto Ley 9233. Esto es lo que funcionarios de la Jefatura Departamental de Seguridad de Coronel Suárez le comunicaron en su momento a los dirigentes de la entidad local cuando debieron suspender la jornada programada para el 4 de noviembre de 2018.

Llama la atención que luego de tantos años de acción –en Puan las carreras de caballo se reactivaron en noviembre de 2011 tras una interrupción de 7 años, pero en otras localidades de la zona llevan muchos años organizándolas- se halla “descubierto” esta normativa que data del 29 de diciembre de 1978 y estén decididas a aplicar sus preceptos de los que hicieron caso omiso tanto tiempo.

En virtud de la misma, los municipios bonaerenses pueden realizar carreras de caballos de las denominadas “cuadreras o por andarivel” delegando tal cometido en otras personas o entidades. Atento a ello, los artículos más significativos cuyo cumplimiento recalcaron se exigiría son los siguientes: “ARTÍCULO 5.- Las Municipalidades organizarán, fiscalizarán y recaudarán las apuestas de los concurrentes al espectáculo otorgando a los mismos comprobantes de ellas. Asimismo serán las responsables del pago de los importes correspondientes a los apostadores que hubieren ganado”, continúa y “ARTÍCULO 6.- Para el cumplimiento de las tareas encomendadas al Municipio por el artículo anterior, los señores Intendentes podrán designar a ese sólo efecto y para cada beneficio a personas ajenas al personal municipal quienes deberán desarrollar su labor en forma gratuita”.

La provincia de Buenos Aires, aparte de esta normativa cuenta con la Ley de Turf N° 13.253 que entró en vigencia el 8 de diciembre de 2004 la cual regula su práctica en los hipódromos oficiales, aquellos que reciben subvenciones y subsidios por parte del Estado a través del Instituto Provincial de Lotería y Casinos. La medida u orden atenta contra la permanencia de instituciones como la citada, que a su vez da cobijo y sostiene a la escuela de equinoterapia, afectando a poblaciones que encuentran en esos días un movimiento de personas y por ende comercial que no es el habitual y cotidiano. Por otra parte, favorecen a localidades de provincias vecinas que, ni lerdas ni perezosas, pugnan por captar las fechas y los beneficios que en territorio bonaerense se pierden.

La denominada “industria hípica”, desarrollada en torno del caballo sangre pura de carrera, está conformada por variados eslabones donde interactúan diversas profesiones y oficios. La cadena comienza en los haras con la reproducción, gestación del animal, su nacimiento, crianza, cuidado y desarrollo. A esto le sigue su preparación y entrenamiento para el inicio de la actividad propiamente dicha en las reuniones hípicas y por último está el escenario donde se realizan estas. Hasta aquí, habrán interactuado con el caballo, veterinarios, vareadores, herreros, propietarios, criadores, jockeys y público. Estimo que lo normal, lógico y serio en toda sociedad que se precie de organizada debe ser regular, controlar y fiscalizar, pero prohibir nunca más.

[caption id="attachment_75506" align="aligncenter" width="1021"] Añorando los días en que los pingos cruzaban el disco.[/caption]