Historias de vida: Carlucho Villar, "87.600 horas o barajar de nuevo”
Creo que he actuado mal con respecto a los seres más cercanos, que de una forma egoísta los he distanciado de a poco para no trasladar mi dolor hacia ellos, soy un gran cabrón pero por ser así es que me he superado, ya que siempre he considerado que mi accidente no fue una elección pero sí mi responsabilidad, el único responsable. Y no he querido jamás ser una carga emocional y de ningún tipo para nadie. Así que no me queda más que pedir perdón, pero también les pido que me entiendan, la mente humana es muy compleja y hay veces que no sabemos cómo reaccionar. Trato de llenar mis días con sosas alegres y divertidas aunque no siempre sea así ya que también hay días tristes y oscuros, soy un gran melancólico y extraño mucho los lindos momentos, extraño a los amigos y sé que algunos me extrañan. Extraño cuando tenía muchos a mi alrededor, extraño levantarme y reír, extraño viajar, veo a mis hermanos y me recuerdan muchas cosas lindas, pero trato de no pensar en eso. Extraño mucho a mi gran abuelo y cuántas cosas me gustaría decirle, y en otras tantas tenía razón, pero sé que no vuelven muchas cosas, pero también creo que hay cosas buenas por venir. Sé que si hubiese partido, habría dejado un lindo legado, pero creo que hoy dejaría uno mejor ya que he dejado mucho para este mundo. Algunos, con el tiempo, se olvidarán, pero otros lo recordarán y compartirán. Pero ¡Qué huevos tenia adentro de una pista y afuera!. Espero que estas palabras las recuerden siembre en la inquietud de ir por más, de no quedarse, de hacer cosas hoy sabiendo que serán un tesoro en el futuro. No te quedes sin nada por hacer, aunque te equivoques, hace cosas, intentá aunque fracases. ¡No te rindas! porque yo no me voy a rendir. Yo creo que estaría bueno contestarse todas estas preguntas ahora, todavía tenemos vida y falta mucho para nuestra partida. Para que, cuando el final llegue, partamos con la conciencia tranquila de haber hecho lo mejor, de habernos esforzado, de haber sido felices y haber hecho felices a otros, de no dejar nada sin resolver. De haberlo intentado todo y de haber vivido al máximo. Sólo me falta lo más importante y es agradecerle públicamente a la gran MAMÁ que tengo, se llama Clara Fernandino, le dicen Nene, se que se emocionara al leer esto pero si he llegado hasta este punto es todo gracias a ella y lo que soy es gracias a ella también. Y no hay palabras de descripción para ella, es una madre siempre presente para conmigo, como para el resto de mi familia, se que suelo ser muy exigente pero sé que me entiende y, como siempre, me perdona. ¡Te quiero mucho Mami!. Ya no quiero escribir más, ya que me emociono y no me hace bien. ¡Saludos!
Carlucho Villar
Más info y fotos en la web de Carlos VillarEl autor de esta carta es piloto de midgets, tiene 38 años y vive en Coronel Pringles. En 2003 sufrió un accidente que le dejó una lesión medular y debió continuar su vida impedido de caminar. Asimismo, es el primer piloto con una lesión medular en obtener una licencia para participar en competencias automovilísticas en Argentina. Su biografía cuenta que se inició en el deporte motor desde muy chico, a los 15 años participaba en carreras locales y zonales de motociclismo en la especialidad de MotoCross, logrando su primer campeonato en 1990. En 1995 participó de toda competencia que se realizase en la provincia de Buenos Aires logrando acumular mucha experiencia, podios, carreras y campeonatos. Estudio Administración de Empresas en Tandil, recibiéndose a finales de 1998. Ya para esta altura estaba compitiendo a nivel nacional en la categoría 200 CC, logrando el tercer puesto al finalizar el campeonato en el invierno de 1998, y en el verano de 1999 logro el Campeonato Argentino batiendo el record de ganar 15 de 18 carreras. Logró comprarse la moto subcampeona de 500 CC, y tomó la decisión de empezar a competir de manera profesional para llegar lo más lejos. En su 6º carrera logró ganar en Punta Alta, desde allí nunca dejó de ser uno de los mejores representantes del speedway del país. En el 2000 terminó en 4º posición el campeonato internacional de 500CC y siendo el mejor representante argentino en competición En el 2001 partió a Europa en busca de un lugar en el competitivo mundo del speedway, luego de algunas pruebas varios promotores se vieron interesados en él, pero no resultó ese año, así que partió a competir a EE.UU. y Canadá, ganando 4 carreras en EE.UU. y otras tanto en Canadá logrando el preciado titulo de Campeón Canadiense 2001 y quedando en los libros de historia. En el 2003 nuevamente quedo 4º en el campeonato internacional realizado en el epicentro de Bahía Blanca quedando como el segundo mejor piloto argentino. Después de pasar una etapa con muchas roturas en la máquina por problemas económicos salió la oportunidad de correr en la liga europea para un equipo inglés llamado "Berwick bandit" y así fue que en abril del 2003 empezó a competir en las pistas europeas, y luego de un muy buen comienzo de temporada fue acostumbrándose a codearse con la elite del deporte. Después de competir en más de 36 carreras del torneo, fue en la ultima de ellas que estando cómodo en segundo lugar detrás de su coequiper y amigo Claus Kistensen, en la ultima vuelta pasó lo inesperado, fue un 18 de octubre el día que cambio su vida, pero no las ganas de vivir y seguir sintiendo la adrenalina de la velocidad. Después de 5 meses en un hospital ingles y varios meses más en Inglaterra regreso a la Argentina donde fue recibido por sus seres queridos. Todos los años se conmemora en su honor una carrera "Copa Challenger Carlos Villar" que se realiza en Inglaterra con los mejores exponentes del mundo. Gracias a su fuerza de voluntad y a la ayuda y apoyo de un colega parapléjico "toñejo" Rodríguez (varias veces campeón de España de motos de agua y actual piloto de raids) tiene un nuevo sueño y es participar en competencias de midgets donde él cree que sería competitivo. Ya tuvo la suerte de probar autos de rally de grupo N4, además de manejarse de manera independiente en su Ford Ka.