Día del Trabajador

El trabajo es una pieza fundamental para el engranaje de una comunidad. Nos moviliza por la propia necesidad de nuestra existencia y nos mantiene vivos en la ilusión de desarrollo y crecimiento. Ya han pasado 127 años de aquel 1º de mayo 1886 cuando en Chicago, trabajadores se movilizaron en reclamo de la jornada de trabajo de ocho horas y las autoridades estadounidenses los apresaron y ejecutaron. Pero a pesar del paso de los siglos, la historia continúa relatándonos las luchas de los trabajadores por mejores condiciones laborales, por salarios dignos o por mejores valores en sus producciones fabriles o agropecuarias. Cada año las movilizaciones se replican en distintos puntos del mundo por estos temas, rechazando políticas económicas, tal es el caso de España que, en plena crisis, hoy se moviliza en contra de las medidas del gobierno y reclama por la falta de trabajo. Reclamos similares inundan las calles de Grecia, Italia, Estambul, Ucrania, Alemania, Portugal, Francia y Dinamarca, entre otros países del mundo. En el continente asiático, en Bangladesh, según informan medios internacionales, los trabajadores del sector textil trabajan en unas condiciones más que precarias para empresas occidentales. En esta ciudad, miles de manifestantes han exigido justicia después de la muerte de 402 trabajadores en el derrumbe, hace una semana, de un edificio que albergaba una fábrica textil. Los manifestantes en las calles de Dacca, la capital, exhibían pancartas con leyendas exigiendo "colgar a los propietarios de los talleres". En Argentina, distintos movimientos sindicales realizan actos en todo el país en reclamo de soluciones para la inflación, por mejoras salariales y en contra de la aplicación del impuesto a las Ganancias en los sueldos. Nos hay más que pensar que en este día tan especial para todo el mundo, el trabajo en sí mismo sigue siendo una herramienta de crecimiento pero que ha sido corroída y vapuleada por los sistemas políticos y los círculos del poder.