Entrevista con Alejo Martín Trejo, el puanense que dejó su huella en Baradero

Entrevistas 20/02/2019 . Hora: 13:39 . Lecturas: 6
[caption id="attachment_75344" align="aligncenter" width="700"] En Baradero, a horas de su consagración[/caption]

Pocos artistas, con tan solo 20 años de edad, tienen la oportunidad de subir al escenario mayor del Certamen Baradero Nacional, con el plus de convertirse en el mejor de su categoría, interpretando dos poemas de su autoría: “Al puestero y domador” y “Boliche de campaña”. “En 2017 egresé de la Secundaria N° 5 y guardo los mejores recuerdos, tanto de mis compañeros como de todo el equipo de profesores, director, y gente que allí trabaja”. En sus tiempos de estudiante, ya bosquejaba sus primeros versos en un cuaderno, donde, entre rimas, tejía sus composiciones camperas. Hasta que tuvo la chance, casi por casualidad, de entonar en público las primeras estrofas en una jineteada. Poco a poco, su vocación lo fue marcando y se convirtió en firme habitúe de muchas fiestas tradicionalistas. Siempre ataviado con pilchas gauchas que visten su elegante estampa que se eleva casi un metro noventa. Alejo heredó la cultura folclórica desde muy pequeño. Criado por sus abuelos Ricardo y Norma, hoy orgullosos de su presente, supo oír viejas historias, canciones y poesías que terminaron por inspirar su amor a todo lo criollo. Ricardo formó parte de “Las Voces de los Cerros”, junto a Carlos Carrozi, Aldo Mendoza y Cusi Roldán. Fue uno de los primeros conjuntos folclóricos locales que actuó en la primera edición de la Fiesta de la Cebada Cervecera.

Acompañamiento Alejo Martín Trejo está en sintonía con esos trovadores que trascienden las fronteras de su pueblo natal para ir haciéndose camino en el mundo de la música, dentro de un género muy particular y exigente: el canto surero, en especial la categoría “Narrador, Recitador, Decidor Costumbrista”. Pasaron unos días y Alejo sigue sin poder ocultar su felicidad. La misma que embarga a quien él mismo señala como su mentor, el cantautor Mauricio Iglesias, un bordenavense radicado en Carhué y también ganador, en 2013, del Certamen de Baradero Nacional en la categoría “Solista Canto Surero”. “En Mauricio tengo un gran amigo que me enseñó mucho”, recuerda, al tiempo que agradece el acompañamiento y apoyo de José Palma y su hijo Valentín, quienes subieron al escenario para secundarlo con la guitarra.

[caption id="attachment_75339" align="alignleft" width="178"] Con Carlos Ramón Fernández[/caption]

Y se remonta a sus inicios: “comencé en esto de la música hace cuatro años”, cuenta. “Tenía algo escrito y, en una oportunidad, vino Vargas de Carhué, y me dijo: “preparate que el 10 de enero tenemos Jineteadas”. “Yo nunca me había subido a un escenario, no tenía experiencia, ni siquiera en una peña. Y bueno, me animé y fui. Desde ese momento no paré”, reconoció.

Buena gente Alejo rescata del ambiente campero las amistades que se van dando y la buena gente. “Somos todos amigos. Conocemos gente de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes. Yo anduve visitando esos lugares y ellos también suelen venir para acá”, expresó. Cuando le pregunto sobre algún referente de su rubro, a alguien a quien le gustaría parecerse, Alejo es claro. “Trato de no tomar a ningún recitador como referencia, porque corrés el riesgo de que se te peguen algunas cuestiones, como las maneras de decir, palabras o expresiones. Y uno no quiere imitar. Entre los relatores, puedo ver uno de mis preferidos en el cordobés Néstor Ramello, al que suele vérselo en Jesús María”, explica. Y agrega: “en septiembre me llevó una vez a Córdoba, y ahora en Abril vuelvo. Es gente muy generosa”, valora.

Consagrado

[caption id="attachment_75337" align="alignleft" width="300"] Con el gran Jorge Alberto Socodato[/caption]

Sus recuerdos lo llevan nuevamente a aquella madrugada del 9 de febrero de 2019, y deja como dato color que le tocó ser el primero, de entre más de 300 participantes, en subir al escenario. Allí estaba, dispuesto a decir sus versos, ante una multitud que lo observaba con una mirada tan atenta como escrutadora. “Cuando pisás el escenario, los nervios se van. Lo más complicado es la espera. En total pasamos 16 participantes en el rubro “Narrador, Recitador, Decidor Costumbrista”, y en esa misma noche de viernes llegamos a un desempate con un cantor santafesino. “Yo había preparado un único verso, según decía el reglamento, pero como hubo desempate, tuve que improvisar otro, sin haberme preparado. Hacía 20 días que lo había escrito”, comenta Alejo, haciendo conocer un nuevo mérito en el camino que lo llevó a ubicarse en lo más alto de Baradero Nacional. “Estoy muy feliz, la gente me saluda por las redes sociales y me paran por la calle para felicitarme”, menciona.

“Boliche de campaña” “Boliche de campaña”, una de sus composiciones, guarda una historia que nos lleva al emblemático bar “La Guitarra”, de Puan, propiedad del recordado Aníbal Lopini. “Hace unos años, Aníbal me sugirió que escriba algo sobre los boliches de pueblo y de campo. En aquel momento, no encontré la inspiración y no logré hilvanar los versos con él en vida. La creación es reciente, y la presenté en Baradero, también fue un homenaje a Aníbal. Con Hugo Barriada, un amigo, fuimos a trabajar a San Martín, La Pampa, en ocasión de un desfile en el que participé como relator. Esa semana me quedé ahí trabajando con los caballos. Allí hay un boliche como “La Guitarra”, frecuentado por vecinos que ya son personajes del pueblo. Ellos fueron materia de inspiración para mis versos, como el Cholo Bentancourt y Raúl Cano. “Boliche de Campaña” habla en general de todos los boliches de su tipo que pueblan el interior del país.

Perfeccionarse “Después del 2 de diciembre, cuando clasifiqué a nivel local, comencé una segunda etapa de preparación. Continué con los ejercicios de entonación y dicción para perfeccionar la claridad con la que uno recita. La garganta tiene la misma exigencia que la de cualquier cantante. Si no sabés manejar bien la respiración, te quedás sin voz. En eso me ayuda Mauricio (Iglesias) que sabe mucho del tema”, confió. El sábado, el día después de la consagración, más distendidos –comentó- nos dedicamos a recorrer la ciudad de Baradero, junto a José, Valentín y la cantante de Felipe Solá Rocío Bergondi, que también fue parte de la delegación puanense. Ganar el Baradero genera posibilidades de crecimiento para el artista. Así lo reconoce Alejo muy contento. “En estos días me ha salido, en fecha a confirmar, la oportunidad de ir a animar algunas fiestas camperas”. Luego se viene Bonifacio y otros lugares de la zona. También está su proyecto de grabar un CD con Mauricio Iglesias para luego ofrecerlo como material propio en las diferentes fiestas. Sobre la participación de jóvenes en la cultura campera, Alejo cuenta que existen muchos, aunque aclara que el recitador y relator más nobel de la región es él. “En los fogones y peñas ves a chicos cantando, como mi amigo de Rivera, el payador Antú Machado”, dice. Sobre el final de la charla, Alejo se esperanza en continuar creciendo en su carrera. “La idea es seguir representando a Puan de la mejor manera donde me toque ir. Tratando de hace lo mejor”, concluye.