La Dra. Pamela Más aportó otra mirada sobre la pandemia

Pintura del español Juan Lucena "¿Qué haremos sin ellos?". Fue realizada en honor a los ancianos fallecidos en los geriátricos de España, con el objetivo de recaudar fondos para luchar contra la Covid-19.

Salud 08/10/2020 . Hora: 22:13 . Lecturas: 41

La médica con raíces puanenses, se mostró crítica hacia algunas medidas como la extensión de la cuarentena y las políticas gubernamentales para enfrentar al Covid 19. Además, alertó sobre la futura proliferación de otras patologías y brindó su opinión sobre la vacuna.

Pamela Más es Médica Clínica (MP 2858), con diplomaturas en Cuidados Paliativos y Bioética. También es médica de PAMI e integrante del Grupo de Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios. Hace unos días se conoció una carta suya titulada “Pedido de perdón de una médica a sus pacientes”, donde comparte, entre otros aspectos, la situación de los abuelos en los geriátricos.

“Hice la residencia en el Hospital Municipal de Bahía Blanca hasta el 2017. Hoy soy médica cabecera de PAMI, trabajo en geriátricos y en cuidados paliativos domiciliarios a pacientes con enfermedades crónicas avanzadas”, comenzó explicando.

La profesional mantiene lazos afectivos con nuestra localidad, dado que sus padres, el Ingeniero Daniel Más y Patricia Nievas son puanenses.

-Hoy pareciera que todo pasa por la Covid y muchos se preguntan ¿Qué sucede con las demás enfermedades?

-Lamentablemente  dejamos a un lado la definición real de “persona sana” y de “salud”. Desde hace años, el Estado dejó de poner el foco de atención en la promoción de la salud. Hablar solo de la Covid 19, es muy grave, incluso hay sociedades científicas que intentaron revertir esa tendencia. Desde hace mucho tiempo decimos que la cuarentena, lejos de generar salud, enferma. Y la duda es si dejará o no más mortalidad que el virus

Hace varios meses, la Fundación Favaloro advirtió sobre un aumento de muertes por enfermedades cardiovasculares. Desde la Sociedad Científica de Oncología anunciaron un incremento de las enfermedades oncológicas. En mayor medida por falta de controles.

Hay psicólogos que insisten, pero nadie les da lugar, una pandemia de enfermedades mentales que ya se está viendo. Y pareciera que estas cosas no impactan en las políticas sanitarias.

Como corolario, en la página del Ministerio de Salud, aparecen estadísticas anuales sobre  enfermedades respiratorias, y en 2019 fueron 32.000 los muertos por gripes, neumonías y otras patologías.

-La estadística que usted menciona… ¿Corresponde a todo el año pasado o solo se cuentan los meses más fríos, propicios para ese tipo de enfermedades? Porque, al menos viéndolo así, la Covid sigue presente en todas las estaciones.

-Sí, es una estadística anual. Se daban más en invierno y no es nuevo ver a nuestro sistema de salud saturado en ese tiempo. Hoy, el confinamiento estiró un poco la situación. Veo a colegas terapistas sorprendidos por ver las terapias llenas. Cuando yo trabajé en el Hospital era común que en invierno no haya camas de terapias. Era habitual ver ingresos y egresos de pacientes desde la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). Era común trabajar así.

-Es claro que el virus existe, de eso no hay dudas. Pero hay personas que se plantean cómo se comunica la información sobre él.

-No me dedico específicamente al aspecto comunicacional, pero trato con muchos médicos, tanto de Argentina como de España. Hay cosas que se dicen acá y en el resto del mundo, pero no tienen lugar en la prensa. Es sospechoso un virus que aparece en una determinada época del año y en un determinado lugar, y de repente se desparrama por todo el planeta.

Hay científicos y bioquímicos refiriéndose a la verdadera sensibilidad de los test de diagnóstico (PCR). Parecen no ser tan sensibles como dicen, entonces los números que estamos viendo también pueden ser dudosos.

Nos han metido en la cabeza que somos portadores.

Las personas estamos llenos de virus y bacterias en distintas partes del organismo: intestinos, boca o piel, somos un ecosistema en miniatura. No nos enfermamos solamente por exponernos a un agente patógeno. Por ejemplo, si me hisopo y me da un neumococo que es la bacteria que produce la neumonía, no quiere decir que yo tenga neumonía. El neumococo  vive en mí, como en todas las personas. Que yo o cualquier persona seamos portadores, no significa que estemos enfermos.

-Entonces, ¿Usted quiere decir que el asintomático no está enfermo?

-Es una persona sana. En Argentina y en algunos países, la política de hisopar a asintomáticos no está bien implementada. Uno hisopa cuando hay síntomas. Quiero que quede claro: la gente asintomática es sana, y cuando uno hisopa a un sano está mal hisopado. A pesar de que lo exijan en una localidad para poder ingresar, termina siendo una falsa seguridad.

-¿Todos los virus se transmiten de la misma manera?

-Se propagan por microgotas al hablar, al toser o al estornudar. No es por el aire, como si fuera polvillo que da vueltas. Si yo no tengo síntomas, no tengo nada para contagiar. Es bastante duro de decir, porque todas las políticas implementadas tienen que ver con que el asintomático contagia. Invito a la gente que lea, incluso en material de la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) que dice y se desdice sobre eso. En enfermedades infecciosas, salvo en el HIV, no existe la gente asintomática.

Los números hoy nos asustan, pero no siguen una lógica científica y médica.

Ahora, si uno está enfermo, automáticamente  cuentan a mi grupo familiar también como enfermo a pesar de no tener síntomas. Entonces, hace más de dos meses, empezamos a ver un incremento de casos entre 12.000 y 13.000 por día. Yo los dividiría por cinco, siempre pensando que una persona está ligada a 4 o 5 más.

Volviendo a las 32.000 muertes del año pasado, se cuentan a todos los fallecidos por enfermedades respiratorias. Muy pocas veces se realizan diagnósticos de certeza sobre el patógeno por el cual muere una persona. Porque es muy difícil aislar el a ese patógeno. Ahora, parece que cuando se hace un PCR es todo certeza, pero no es así.

-De todos modos la cantidad de muertos resulta preocupante

-Si bien son números altos, no quiero dejar de mencionar la postura de un Médico Forense de La Pampa, el Dr. Juan Toulouse, cuando habla de confusión al momento de contar decesos “por” Covid o “con” Covid.  

Si yo tengo un paciente de Covid y muere por otro motivo, hay muchos colegas que en el certificado de defunción notifican “muerte por Covid”.

No sé cuál será el motivo, si es ignorancia o malicia, pero se cuentan muertos que no son realmente por Covid. Ahí la estadística está mal, por eso el Dr. Toulouse, en la Pampa, explica que no tiene tantos pacientes con Covid. Él entrenó a sus colegas para que hagan realicen correctamente el certificado de defunción.

También se dice que muere mucha gente joven por Covid y cuando uno mira los números del Ministerio de Salud del año 2013, se encuentra con 600 niños menores de cinco años fallecidos a causa de enfermedades respiratorias.

Cuando uno nunca miró estadísticas, y ve los muertos por Covid se horroriza, pero cuando analizás datos de años anteriores, no es ni más ni menos lo que venía pasando.

-El uso de la mascarilla, ¿es realmente un factor de protección?

-La evidencias científica es una cosa y la política es otra.

Di con un artículo del Dr. Edgardo Schinder y otros científicos argentinos, que obviamente no tiene cabida en la prensa por ser una visión contraria a la oficial. El estudio se denomina “Seguridad y riesgos del uso de mascarillas naso-oro-faciales para infecciones virales. El caso de Argentina para la epidemia Covid19. 2°. Informe de Avance.”

Allí se plantea la revisión de todos los archivos existentes acerca de si es sano o no que las personas sanas usen barbijo. Él encontró que se genera riesgos para la salud y ningún beneficio. Por eso, países como Holanda, no tienen legislado el uso de barbijo de manera obligatoria.

El uso de barbijo no es una medida científica, sino política. La situación cambia cuando estás frente a una persona de riesgo, ahí si hay que usarlo. Es el caso de los pacientes oncológicos. Lo que se cuestiona es su uso masivo.

-Al igual que con otras enfermedades respiratorias, un factor de prevención es mantener los espacios ventilados.

-Sí, sobre todo en invierno. Los patógenos tienen un pico estacional porque en invierno las personas suelen ventilar menos. 

-Hubo versiones e incluso notas periodísticas, basadas en fuentes científicas, que aducen que el virus estaría en el aire.

-En medio de esta cuarentena de seis meses no pasa en ninguna otra parte del mundo, se produce una disociación entre la realidad y lo que muestran los medios de comunicación masivos.

Tengo una teoría bastante severa y cuando salga la vacuna lo hablaré con mis pacientes, Argentina es el único lugar donde hay cuatro laboratorios extranjeros ensayando la vacuna.  Claramente hay conflictos de intereses. Si sale la vacuna de Oxford, que ya tuvo dos efectos adversos graves evidenciando mielitis transversa, se produciría en el laboratorio de un tal Hugo Sigman, vinculado al poder político y amigo de nuestro presidente.

Acá hay políticos y supuestos asesores que negaron la inmunidad del rebaño, como si no naciéramos con un sistema inmune capaz de generar esa inmunidad.

-Muchas personas esperan la vacuna

El confinamiento y el bombardeo mediático asusta todo el tiempo a la población. La gente cree estar frente a una catástrofe sanitaria y corre a pedir la vacuna. Entonces, el negocio es redondo.

Argentina será uno de los pocos países donde la gente no cuestionará la vacuna, cuando en realidad es altamente cuestionable. Digo esto, primero porque es un virus que muta, entonces es una inmunidad de tres o cuatro meses. Segundo, no es más mortal que la gripe, al contrario, la OMS dijo que es menos mortal.

Tercero, hay una denuncia muy grave de parte de dos médicos argentinos, Luis Marcelo Martínez y Roxana Bruno (Dra. en Inmunología y Bioquímica). Ellos hicieron una investigación y encontraron que la vacuna de ARN fabricada por Pfizer y Oxford tiene altas chances de generar efectos adversos graves a largo plazo. Los laboratorios, cuando estudian las vacunas lo hacen por unos meses, ven si generó o no defensas, pero no se hacen cargo de lo que se llama inmunidad legal. Esto quiere decir que, por ejemplo, si en tres años a mi me pasa algo por esa vacuna, ellos no se hacen responsables. Ellos no indemnizan por ese tema. De qué efectos adversos graves hablo: cáncer, esterilidad en hombres y enfermedades autoinmunes. Son consecuencias graves, pero no en el corto plazo. Para colocarme esa vacuna, como mínimo, debería esperar seis años para ver si es segura o no.

¿Por qué bombardear a una población con una cuarentena y la necesidad de usar mascarilla, dejando de hablar de la verdadera de la salud? Se enfocan sobre esos aspectos y no en cómo enseñarle a la población a ser sana, a cómo alimentarse, o acerca de los beneficios de estar al aire libre por los beneficios de la vitamina D.

Cuando una persona está asustada y estresada, le bajan las defensas, porque hay mucho cortisol en sangre. Eso cambia, cuando estás feliz y vinculándote con tu familia.

-¿Esto que dice también pasa en países como España?

-Sí… y no sé por qué adhieren a estas políticas. España, en ese sentido, es un gobierno igual al de Argentina. Si bien no tiene estos seis meses de cuarentena, aplica políticas restrictivas.

-¿Toda esta situación traerá consecuencias en el ámbito de los vínculos?

-Sí, consecuencias graves. Si pensamos en los niños, sabemos que lo primero que mira un pediatra de un bebé es el desarrollo de la “sonrisa social”.  Si yo tengo un nene y me ve todo el tiempo con mascarilla, y al que luego le enseñaré a taparse la boca, a lavarse todo el tiempo las manos, a alejarse del resto de las personas porque puede contagiarme de algo mortal… ¿Qué fantasmas le genero?

-¿Cómo ve el panorama hacia Diciembre y Enero?

El presidente se tomo atribuciones por un año para hacer y deshacer de esta manera. Creo que mantendrá esta política hasta el año que viene.

-¿Y la población cómo crees que podría revelarse?

-No. La gente tiene miedo a morirse. Lo que se puede hacer es mostrar que es un virus más, como la gripe. Yo trabajo en geriátricos, hay abuelos que hace seis meses no ven a sus familias por miedo a morirse, pero muchos se mueren por una evolución lógica de la vida, y en ese periodo no vieron a sus familiares.  Dicen algunos: “yo tenía miedo que se muera por Covid, pero al final murió solo”.

Por controlar todo, nos estamos perdiendo la experiencia de vivir.

-¿Qué opina de los tratamientos para Covid con ibuprofenato de sodio?

-El ibuprofenato empezó su investigación en Córdoba en el 2013, a cargo de un científico del CONICET, para tratar la fibrosis quística. Desde abril viene diciendo que se puede usar en Covid y sistemáticamente nuestros gobernantes no lo escucharon.

La nebulización con ibuprofenato puede evitar el uso de respiradores en terapia intensiva. Es algo económico. No había conflicto de intereses y la medicación se ofreció gratis. También encontraron que el ibuprofenato acortaba la internación de 15 a 8 días, evitando así el colapso del sistema.

Hace algo más de un mes, uno de los neumonólogos que trabajaba en ese tema, dio una entrevista contando que el Ministro de Salud no atendía su propuesta. Si es una medicación que ayuda, ¿Por qué no invertir en esto? Claramente, no hay interés.

Es importante que la gente comience a despertarse, que reclame por sus derechos como la libre circulación y ver a sus familiares. Hay que sentarse a leer medios independientes.

Foto de Portada: Pintura del español Juan Lucena "¿Qué haremos sin ellos?". Fue realizada en honor a los ancianos fallecidos en los geriátricos de España, con el objetivo de recaudar fondos para luchar contra la Covid-19.