El voto en blanco: Un llamado de atención a la clase política
Las elecciones PASO legislativas del domingo en el partido de Puan dejaron una serie de datos interesantes de analizar.
En cuanto a la participación ciudadana, jugaron un papel importante, el efecto de la pandemia, la inflación sin resolver y el desinterés del electorado al momento de elegir una opción. Este escenario hizo que solo el 67, 88 % del padrón del distrito de Puan acudiera a las urnas.
Siempre, teniendo en cuenta las PASO legislativas que comenzaron a celebrarse en 2013, la participación de los vecinos fue a menos, contabilizándose ese año un 76,45%, continuando en línea descendente en 2017 (74, 13%).
Si nos retrotraemos a la era pre PASO, en el 2009, vemos que la participación fue del 75, 84%; en el 2005 del 74, 84% y en 2001 del 76, 43%.
Si nos ocupamos de examinar la tendencia impuesta por los votos en blanco y nulos, este domingo se registraron 1316 de los primeros (según datos provisorios) y 128 de los segundos. La apatía, el enojo y el desánimo estuvieron representados, ya no solo entre los que optaron por no concurrir a sufragar, sino además entre los que sí decidieron ingresar al cuarto oscuro.
Habría que regresar a los años 2005 y 2001 para ver una tendencia similar e incluso más agravada. El 2005 dejó la friolera de 2406 votos en blanco y 167 nulos.
En tanto que 2001 (año emblemático en el que la sociedad demandó a la clase política con el “que se vayan todos”) las urnas del partido de Puan tuvieron 1216 sufragios en blanco. Con 1306 nulos quedaba claro el enojo de la ciudadanía con la clase política.
