La alegría de Kapanga copó la tercera noche de la Fiesta

Fiesta Nacional Cebada Cervecera 09/01/2022 . Hora: 17:05 . Lecturas: 3

La banda del Mono Fabio hizo bailar a un anfiteatro colmado que coreó cada uno de sus temas. Antes se presentaron la cantante de cumbia Amorina, el humorista “Chichilo” Viale y el conjunto local Los hermanos Montané.

En el marco de otra jornada climáticamente perfecta para los espectáculos al aire libre, la tercera noche de la Fiesta Nacional de la Cebada Cervecera, tuvo un exitoso desarrollo.

Los primeros en subir al escenario fueron los Hermanos Montané, grupo folclórico puanense integrado por Marcos (Bombo) y Juan José (Guitarra y voz). Esta vez estuvieron acompañados por el experimentado Hugo Ugarte (Guitarra), uno de los históricos de Los Isleños del Pichihuinca.

Humorista por accidente

El consagrado humorista cordobés, “Chichilo” Viale, tomó la siguiente posta en la grilla de espectáculos y presentó un desopilante número de stand up, pleno de humor costumbrista. El público disfrutó y respondió con risas y aplausos cada una de sus ocurrencias.

Minutos antes, Viale atendió a la prensa y dialogó sobre su trayectoria de 40 años, y los proyectos para 2022.

“Empecé cuando estaba en el Secundario, haciendo obras dramáticas”, señaló el cómico quien habló de su pasado como jugador de rugby, deporte que se vio obligado a abandonar, tras sufrir una lesión que le afectó uno de sus riñones.

“He hecho varios estilos: comedia, opereta, teatro para niños. Gracias a aquel accidente, hoy hago esto”, dijo.

Viale recordó su paso por “Grupositorio”, uno de sus primeros éxitos y su relación con la Revista Hortensia, la legendaria publicación de humor cordobés creada por Augusto Cognigni, íntimo amigo de su padre.  

-“Chichilo”… ¿El humor es algo que ya viene con vos de familia?

Sí, mi mamá era una gallega salerosa y divertida, mi papá igual. Mi inspirador fue mi viejo, pero tengo mi propio estilo. Admiro a Buster Keaton, a Benny Hill, Chaplin, Cantinflas. De Argentino rescató a otros talentosos como Campi, Guillermo Francella, Hugo Varela. Ahora me gusta mucho Migue Granados, es pibe que viene muy bien, con muchas ideas, muy moderno.

En realidad, yo no soy cuentista, soy comediante. Susana Giménez me hizo cuentista. Porque sino nunca hubiese contado un cuento.

“Chichilo” repasó su trayectoria en programas de TV como Café Fashion.

“No extraño el mundo de la tele, no soy de casarme con un medio. A mí también me gusta el cine, el teatro, la radio.

-¿Se complica hacer humor en tiempos de pandemia?

No, porque la gente necesita divertirse, salir, liberarse, estar en la calle y reunirse. El humor nunca costó, salvo algunos casos, pero es algo que le hace bien a todo el mundo. No me hago demasiado problema cuando se habla de “esto se puede” y “esto no”.  En mi curriculum tengo como premisa la no agresión.

“Un día, una conocida política, cuando terminó de ver mi show, me dijo: “muy bueno, lástima lo de la gorda Bety. Le pregunto: “¿Qué pasa con la gorda Bety? Es mi amiga de la infancia”. “Pero qué necesidad tenés de decirle gorda”, me dice. “Bueno”, lo respondí… “desde chiquita fue la gorda Bety”. “Nos saludamos y le decimos “¡Hola gordita! ¿Cómo estás? Es la gorda Bety de toda la vida.

Entonces, me pidió: “No hablemos más de este tema, porque, la verdad, vamos a discutir”. “Sí le dije, tenés razón”.

Y después me pregunta: “Che… ¿Cómo anda el gordo Oviedo que hace muchos años que no lo veo?

“Cómo le decís gordo al gordo Oviedo vos?” le dije. Y me justifica: “Bueno, es un personaje el gordo…”

Yo no quiero agredir a nadie cuando por ejemplo digo “negro”. No necesito cambiar mis libretos porque no tengo intención de herir ni ridiculizar.

Viale se reconoce como un fanático hincha de Belgrano de Córdoba

“No voy a la cancha por si llega a perder… Hace dos años fui cuatro veces, de todas ganamos tres partidos y empatamos uno. Ese día, desde la tribuna alguien me grito: “¿Ves? Hoy empatamos culpa tuya. ¡Mufa!” Chau, no fui más”.

-¿Algún chiste que te haga reír mucho?

No es un chiste, pasó de verdad. Allá en Córdoba, teníamos un personaje, “La chinche”, no se bañaba nunca, era muy sucio. Cuando yo era chico, en el barrio,  él laburaba en una venta de carbón, leña y kerosene. Cada vez que llegaba “la Chinche”, los patrones le pedían: “lávate las manos, no me toqués el carbón con esa mugre”.

A pura cumbia

La cantante Amorina Alday, tercera en el reallity “La voz Argentina”, por el Team Axel, hizo un atractivo show en el que desplegó su calidad vocal, a puro ritmo de cumbia, haciendo éxitos de ese género y temas propios.

La joven de 22 años, es oriunda de General Conesa, un pequeño pueblo bonaerense, ubicado a unos 300 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.

En su salto a la popularidad colaboró también su pasó por el programa “Pasión de Sábado”, de América TV.

“Estoy súper emocionada, es la primera vez que visito esta fiesta. Arranqué el año descansando, disfrutando de la familia y de los amigos. Ahora se viene una gira en la que presento mi nueva canción, aparecida hace casi un mes”, contó en diálogo con la prensa antes del show.

Con una trayectoria de 10 años en la cumbia, Amorina está trabajando en una productora discográfica importante como Sony.

“Me abrieron las puertas y me trataron muy bien. Estoy comenzando a la lanzar mis primeras canciones, un sueño que tenía desde hace mucho tiempo.

En el último tiempo, sin shows – dijo-- colaboraron notablemente las redes sociales, pude hacer vivos por Instagram.

“Arranqué con la música cuando tenía seis años, mi papá toca la guitarra y a mi abuela le gustaba mucho el tango.

La Voz Argentina fue una gran puerta que se abrió en mi carrera, conocí un montón de lugares. Estoy en Sony gracias a esa experiencia, fue inolvidable. También recuerdo la exigencia, las muchas etapas y en los diversos géneros musicales que debimos incursionar. Estuve con gente muy talentosa.

En el ámbito de la cumbia, Amorina se confiesa admiradora de Karina, Ángela, Selena.

“El ambiente de la música tropical es complicado, sobre todo para las mujeres, pero confío en ir ocupando un lugar importante, se van abriendo puertas para muchos artistas”, consideró.

La referente y sostén en la incipiente carrera de Amorina es su familia.

“Ellos van de acá para allá conmigo, me acompañan y son parte de mi equipo, estamos creciendo y aprendiendo juntos. Desde hace cuatro años vivo en la ciudad de Buenos Aires, me fui a estudiar Productora Musical, me recibí y me quedé allá, pero siempre me doy una vuelta por mi pueblo”, finalizó.

“La vida sin entretenimiento es una vida triste y aburrida”

Y por fin, llegó el momento más esperado para los fanáticos de la fusión del rock, la cumbia y el Ska. Kapanga desarrolló un show impecable repasando los grandes éxitos que marcaron sus 26 años de trayectoria.

“El mono relojero”, “A través del universo”, “Ramón” y “Me mata”, fueron algunas de las letras que el público no dejó de corear.

Martín “El mono” Fabio dialogó con la prensa y contó que el de Puan era el primer show del año que daba la banda.

“Coincide con el Día del Gauchito Gil del cual soy devoto. Aprovechemos cada presentación, porque con esto de la pandemia… Hoy tocamos, mañana no sabemos.

El proceso para adaptarnos a estos tiempos fue muy difícil, los primeros seis meses fueron duros, no podíamos juntarnos, nada. Después, llegaron los protocolos, todos con mucho miedo. En lo nuestro, fuimos los primeros en parar y los últimos en volver. Acá estamos para subir al escenario, divertirnos y hacer lo mismo que venimos haciendo desde hace 26 años. Por delante tenemos la Fiesta de la Sandía en Santa Ana, Entre Ríos, la Fiesta del Lago en Calafate, Santa Cruz”, señaló.

Respecto de la creación de nuevas canciones, “El mono”, reconoció que la pandemia no fue una etapa productiva para eso.

“A algunos artistas los favoreció, a nosotros nos tiró para otro lado, nos colgó mucho. Lo principal era ver cómo recuperar la fuente de trabajo de quienes estamos en este emprendimiento, pensando en que las canciones pueden esperar. Lo importante es volver a tener alegría, hoy no nos cambia mucho si presentamos algún tema nuevo o seguimos haciendo los mismos que hace 25 años.

La gente quiere divertirse, fueron dos años muy duros, la vida sin entretenimiento es una vida triste y aburrida”

Acerca de su paso por MasterChef, recordó bromeando que aprendió a diferenciar entre un zuchini y un pepino.

“Fue positivo. Sé lo que es tener una banda popular, sé del cariño de la gente. MasterChef permitió que me conozca otra gente, algunos por mirar el programa y otros por empatía o simpatía. Así, logré que me reconozcan chicos muy chicos y gente mayo.

También vieron una faceta desconocida, porque a mí me conocen cantando, no cocinando”, reconoció, aunque descartó adoptar la cocina como hobby.

“No, ni a palos, paso por al lado de un horno y le pego una patada, soy el rey del delivery. Algunas cositas hago, simples. Nadie de todos los que estamos acá esta noche se va a poner un curry del sudoeste asiático”, comentó.

Y rescató de MasterChef la posibilidad de hacer amigos entre los participantes, y el hecho de conservar el grupo de WhatsApp que en su momento crearon

“Yo no soy de ese palo. Siempre que voy a la tele hablo de Kapanga o a participar de pasapalabra, programas que a mí me gustan. Nunca había tenido tanta exposición mediática, pero lo pase bastante bien, zafé”, admitió.

“El Mono” contó que conserva el gusto por interpretar cada una de sus canciones. No se cansa de hacer ninguna porque está convencido de que siempre hay alguien que la escucha por primera vez.

A “Me mata” la canté millones de veces, igual “El mono relojero”, pero siempre hay alguien en el público que por primera vez la escucha. El público se renueva. A las listas para las presentaciones, a veces las hago yo, otras Maikel y hay ocasiones en las que me desentiendo. Hoy no sé todavía con qué canción empezamos.