Una manta, una historia

Crónicas 23/05/2022 . Hora: 19:53 . Lecturas: 35

La actividad “Ilumina2”, realizada este domingo por el Museo Ignacio Balvidares, abrió con un especial homenaje entorno a una manta y el relato de Graciela Cepeda titulado “Tejido con historia”.

Se trata de la manta que acompañó a Rubén Horacio Mella a la Guerra de Malvinas, con la cual pudo improvisar un poncho para abrigarse. Dicha manta fue aportada en calidad de préstamo al Museo por Pablo Mella, hijo de Rubén.

La misma estará exhibida durante el 2022 en una vitrina en homenaje a los veteranos y caídos en la Guerra del Atlántico Sur.

Desde el Museo, agradecieron a la señora Hilda Beatriz Mella por acompañarlos en representación de su hermano.

“Tejido con historia”

"Hacía unos días que Hilda había recibido la tan ansiada manta. La colocó sobre una silla y se dispuso a realizar las tareas de la casa. Cada tanto, sin querer, la vista se dirigía al asiento como si algo le insistiera en hacerlo.

Sabía que esa frazada era muy especial, tenía historia, sentimientos, emociones...

Como se encontraba sola, decidió dejar las actividades para otro momento, se dirigió al lugar donde se encontraba el abrigo, lo tomó entre sus manos, se envolvió en él y se sentó. Ni bien ésta tomó contacto con su cuerpo, un escalofrío la recorrió y la hizo regresar al año 1982.

La manta había sido entregada a su hermano Horacio por doña María, la suegra, cuando él se despidió para partir hacia la Guerra de Malvinas: - ¡llévala que allá hace frío! -le había dicho.

Hilda cerró los ojos y, como si ese ex combatiente entrara dentro de ella, comenzó a vivir lo que transitó él, vio el mar, escuchó su ruido, sintió el frío helado, el hambre, la sed, el miedo, el dolor, el aroma a sangre... pero también sintió el calor del compañerismo, la satisfacción de estar allí, el coraje surgido por amor a la Patria, la solidaridad entre pares, el orgullo de ser argentino y la fuerza inmensa de sobrevivir para volver a abrazarse con sus afectos.

Abrió los ojos, sus lágrimas cayeron en forma de llanto mojando la frazada tejida al crochet, y recordó lo duro que había sido para ella también, en aquel entonces, saber que corría el riesgo de no volver a ver a ese ser tan amado; cosa que no fue así.

Horacio, "Cachito", regresó; y con él, el abrigo que lo había protegido tanto.

Durante mucho tiempo, su hijo Pablo lo había custodiado y ahora ella sería quien lo entregaría a la encargada del museo local.

Se quitó la manta, volvió a colocarla en el respaldo de la silla, la miró y sonrió pensando que le estaría eternamente agradecida por haber envuelto a su hermano.

Luego la envolvió con cuidado y la colocó sobre el respaldar del asiento con mucho amor esperando la hora que orgullosa la llevaría al museo local para homenajear a los ex combatientes a 40 años de la guerra... también llevaría la silla que la había acunado esos días porque, en definitiva, también era parte de la historia".

*En la foto de portada, se puede apreciar la fotografía tomada en ¨Puerto Argentino al terminar la guerra y que fue tapa de la revista Gente. En ella se ve a Rubén Mella con una manta bajo el brazo.

Noticias relacionadas