El nazismo en el partido de Puan

Cultura 26/06/2022 . Hora: 17:14 . Lecturas: 263

(Autor:  Rubén H. Ceminari 21/05/2022)

Hace casi 90 años, el Partido Nacional Socialista Alemán, llegaba al gobierno de la mano de su líder Adolf Hitler, apoyado por un pueblo que creyó ver en él,  la solución a todos sus problemas.

Alemania era un país empobrecido y humillado después de la Primer Guerra Mundial y el Tratado de Versalles, condenado a pagar deudas de guerra impagables, con hiperinflación, alto desempleo e incluso hambrunas: el autodenominado Fuhrer, les prometió trabajo, estabilidad y el resurgimiento de la economía… además de recuperar el orgullo, y  la  supremacía de Alemania sobre las demás potencias, y las demás razas del mundo.

Mientras comenzaron  a activar la industria y  generar empleo,  motorizando la industria bélica,  construyendo carreteras (algunas de esas autovías aun persisten)y vías de ferrocarril ( entre otras obras públicas), se  instauró un régimen totalitario y represivo desde el primer momento, deteniendo ilegalmente a adversarios políticos ( socialistas y comunistas), a personas “insanas” para la sociedad (alcohólicos, prostitutas, homosexuales gitanos..) y a quienes el nazismo consideraba sus peores enemigos: el pueblo judío.

 Sin juicio previo,  ni intervención judicial alguna, los organismos de seguridad del partido gobernante (las SA y SS), detenían por la fuerza a quienes querían ,  y dichas personas eran llevados a campos de trabajo forzado dentro de Alemania, para su “re educación”.

Las comunidades judías – con más de 250 años de historia en Alemania- perdieron todos sus derechos : a compartir espacios con alemanes arios, a la educación pública, a adquirir propiedades, a la libertad de ejercicio profesional, a ejercer el comercio libremente... hasta quedar encerrados en “guettos”-barrios entre muros y custodiados, de donde no se podía entrar ni salir, sin atención sanitaria, y sin alimentos, donde murieron por miles -.

El programa de pureza racial aria ya estaba en marcha: solo podían casarse alemanes que demostraran la pureza racial aria en sus ancestros, y se desarrolló la llamada “Aktion 4”: un programa donde se llevaron a los discapacitados mentales y físicos alemanes, a institutos donde “iban a estar mejor”, pero que en realidad eran centros de esterilización, y otros de eutanasia, donde se asesinaron a miles de personas.

 Ya entrados los años 40, en plena guerra, el Tercer Reich   decidió un plan denominado “Solución Final”: exterminar a todos los integrantes de la comunidad judía europea, y  antes de su muerte, utilizar como mano de obra esclava “a los más aptos”.

 Así fue que  el nazismo creó  seis campos de trabajo y exterminio en el oeste de Europa ( Auschwitz/ Birkenau, Treblinka,  Chelmno, Belzec, Sobibor,  Majdanek : todos en Polonia), a cargo de las fuerzas de seguridad del partido nazi  (la Gestapo y las SS) donde se llevaron en cientos de trenes , desde diversos países de Europa bajo dominio del nazismo , a millones de personas prisioneras  “trasladadas”:  judíos, gitanos, Testigos de Jehová, homosexuales, entre otras minorías,   adversarios políticos y hasta prisioneros de guerra, donde  al llegar al andén, se definía su destino: a las  madres con niños pequeños, los adultos mayores, los  niños y niñas menores de 12 años ,y a las  personas con signos de alguna enfermedad se los consideraba “improductivos”  y los obligaban a marchar directamente a las cámaras de gas, donde en pocos minutos encontraban una cruel muerte, y sus cadáveres eran incinerados en hornos crematorios que humeaban durante todo el día:  el resto, en condiciones físicas aptas para el trabajo, era alojados en barracas dentro de los campos, bajo horribles condiciones de higiene , con poca comida, y se los obligaba a diario al trabajo esclavo, en fábricas satélites a los campos de concentración: quien no resistía el hambre, el frío ,las enfermedades y las vejaciones, moría o era asesinado.

Incluso hay varios casos registrados de suicidios. Algunos niños y adultos prisioneros eran utilizados para sádicos experimentos médicos: por ejemplo, conocer la sangre que puede perder una persona antes de morir, a que temperatura se produce la muerte y cuanto se resiste en aguas congeladas, la presión que resiste un cuerpo, pruebas de medicamentos varios, injertos e implantes, estudios genéticos, al punto de la locura de que si les gustaba un tatuaje de algún prisionero, no se inmutaban al sacarle la piel y hacer con ella una lámpara…. ( al criminal y sanguinario Josef Mengele –el Dr. Muerte- le gustaba estudiar  niños hermanos gemelos, albinos, enanos…y experimentar con ellos, con sus cuerpos, coleccionar sus ojos… y  operar sin anestesia).

Desde el inicio del tercer Reich, unas de sus preocupaciones fue que su ideología de “sangre y tierra” ( entiéndase pureza racial y extensión territorial), sea aceptada y acompañada por todo el pueblo alemán, (dentro de Alemania y fuera de ella), donde se aceptaran con disciplina y obediencia las determinaciones del régimen, y se vayan formando ideológicamente los futuros ciudadanos del Tercer Reich: nada importaba más que el Estado y su líder, y los hijos ya no eran de los padres, sino de Alemania, que los necesitaba en el frente de batalla contra los Aliados, y en la abominable tarea de exterminar a quienes eran considerados “ subhumanos” o enemigos del régimen.

Para ellos se valieron de dos herramientas: la propaganda y la educación. Una de las primeras medidas de jefe de propaganda del Reich, Joseph Goebbels (quien paradójicamente tenía una discapacidad física en una pierna), fue otorgar un crédito muy barato para que cada familia tuviera una radio, donde solo transmitía una radio oficial, y era un delito escuchar radios de otros países ( eran encarcelados y hasta asesinados quienes escuchaban radios de países vecinos), y por otro lado la educación: donde se generaba la fascinación por el líder, se enseñaba a obedecer ciegamente - sin ningún “pero”-, y se privilegiaba el estado atlético de las personas: los futuros soldados del Reich.

En todas las comunidades alemanes alrededor del mundo, por medio de las embajadas,  se desarrollaron sistemas de espionaje, intervención en las escuelas alemanas,  se pagaron a medios de comunicación para que publicaran a favor del régimen, se imprimía propaganda en alemán en distintos formatos que se distribuían en la comunidad por todo el extranjero, y en las escuelas alemanas se rendía culto a Hitler y se utilizaba la simbología nazi.

Argentina, en los 30, contaba con una comunidad alemana muy importante, con unas 206 escuelas alemanas, donde la Embajada Alemana de la época incidía directamente, y un partido nazi local, que dependía de su central en Alemania, donde se trataba de afiliar, recaudar, introducir gente en distintos organismos oficiales y en las organizaciones no gubernamentales, presionar a las empresas alemanas locales para que no tengan judíos entre sus empleados: adoctrinar, fanatizar , ( muchos hijos argentinos de origen alemán, fueron como voluntarios a pelear durante la guerra, y un número muy difícil de determinar, pero que son decenas al menos, murieron en batalla) .  También eran objetivos del nazismo, crear  redes de espionajes (informantes, radios clandestinas), construir reservas económicas,  y formar jóvenes adeptos para el Tercer Reich: soñaban con ocupar Europa, y extender su ideología después a Sudamérica (sobre todo en  Argentina, Chile, Paragua, Brasil).

Al final, -cuando ya la guerra estaba perdida para el nazismo-,  asegurar recursos,  un escondite e impunidad, para varios jerarcas buscados por los tribunales europeos (tal vez incluso el mismísimo Adolfo Hitler  y su esposa murieron en Argentina, muchos años después del presunto suicidio de ambos en el 45). y soñar con un Cuarto Reich desde los países sudamericanos.

En casi todas las comunidades de Argentina donde había alemanes (sin importar el origen: del Volga como los de esta zona, o de la misma Alemania como los de Eldorado en Misiones. o varios habitantes de La Cumbrecita en Córdoba), antes de la guerra ( entre el 33 y el 39), la Embajada o el mismo partido ,tenía sus referentes, desde donde se inculcaba su ideología, se creaban contactos nuevos, se informaba sobre lo que sucedía, incluso desde donde atentaban contra empresas del bando Aliado ( como atentados con globos incendiarios sobre Dock Sur, propiedad de empresas inglesas y americanas en esos años).

Era tan importante la actividad pronazi en Argentina, que se debatió el tema en la Cámara de Diputados de la Nación , donde se conformó una “Comisión de actividades Antiargentinas”, que en los años 1940/1941 emitió informes al respecto.

Allí podemos ver que la comunidad alemana de la región y del partido de Puan, no fue ajena a estas actividades:

En el Informe Nro. 5 de dicha Comisión, impreso el 28 de noviembre de 1941 (plena Segunda Guerra Mundial),  se detalla al estructura organizativa del partido Nacional Socialista Alemán y del Partido Obrero Alemán ( o Frente Alemán del Trabajo) en Argentina , sus afiliados, las contribuciones económicas que realizaban sus seguidores, reuniones, publicidades, y la intervención en la educación de las escuelas alemanas,  y dice que “ corresponde la disolución de los Círculos Alemanes de Beneficencia y Cultura, así como la Unión Alemana de Gremios, por ser la continuidad de los partidos ya referenciados, prohibidos en Argentina por Decreto Presidencial de mayo de 1939.”

En la página 70 y 71 de dicho informe, se detalla a los maestros que son parte de las jefaturas de los Círculos Alemanes de Beneficencia y Cultura, y a su vez, integrantes de la Asociación del Profesorado Alemán y afiliados a la Unión  Alemana de Gremios. El informe dice “la militancia política de los maestros alemanes es indiscutible”.

 Entre ellos, llama la atención el nombre de Heinrich Beisswingert, nacido en Schwabisch/Griund, el 11 de agosto de 1903, y afiliado al partido en Argentina el 1 de diciembre de 1936, con el número 3762767: era el maestro de la Escuela Alemana de Villa Iris por esos años (Foto 1, 2 Y 3).

Nómina de maestros alemanes - informe de la Cámara de Diputados de la Nación

H. Beisswingert, en el listado de maestros alemanes, adherentes al Partido Nazi. Archivo de la Cámara de Diputados de la Nación - https://apym.hcdn.gob.ar/comisiones-especiales/nazis-

Reunión de adherentes al Partido Nazi en Villa iris (mediados de la década de 1930): al frente, el maestro, Heinrich  Beisswingert (foto gentileza de A. Erguy)
La Escuela Alemana de Villa Iris (Partido de Puan, SO bonaerense), con sus alumnos realizando el saludo nazi, guiados por su maestro, H. Beisswingert (década de 1930). Foto gentileza A. Erguy
Acto del nazismo en un galpón del Ferrocarril en Villa Iris (Partido de Puan, SO bonaerense): en primera fila, a la izquierda, el maestro Heinrich  Beisswingert. Foto gentileza A. Erguy

También encontramos en el listado de afiliados a estructuras nazis de esa época, a otro maestro. En este caso, es de la escuela alemana de Colonia del Rosario (Paraje La Colorada Chica, cercano a Villa Iris, en la vecina provincia de la Pampa), llamado Guillermo (Wilhem) Ricardo Bauer.

Los archivos, también hacen referencia a la “Comunidad nacional socialista Fuerza con Alegría”, que se ocupaba de los momentos de ocio y recreación  de los afiliados al Frente Alemán del  Trabajo, donde se dedicaban al deporte y  excursiones,  teatro, cine y otras actividades, en varios  campos de deportes bajo la influencia de dicha organización,  distribuidos en las provincias de Córdoba y Buenos Aires: entre ellos dice “en Tornquist  hallase la titulada Casa Funke,  que fuera inaugurada el 16 de noviembre de 1940, con la presencia  del Embajador  von Thermann” (pág. 106 del Informe N°5).

En otro archivo de la misma Comisión Investigadora  de la Cámara de Diputados denominado “Informes sobre ciudadanos alemanes pertenecientes al partido nazi y sus actividades durante el mes de marzo a septiembre de 1940” (se puede acceder en https://apym.hcdn.gob.ar/comisiones-especiales/nazis/inventario), se nombran personas de distintas localidades de Argentina, por zonas del país, que ocuparían el cargo de STUETZPUNKTLEITER: el representante del Gauleiter (máximo representante del partido en Argentina), en una localidad o zona determinada, y responsables en la cobranza de “impuestos” o aportes obligatorios que deben pagar obreros y cuentapropistas afiliados al partido (del  5 al 10% de sus ingresos).

Los archivos contienen alrededor de 10.000 (diez mil) registros de afiliados al Partido Obrero Alemán en Argentina, en el año 1940, donde se expresa que siguen en plena actividad partidaria, a pesar de las prohibiciones de la Presidencia de la Nación del año anterior al respecto.

El 17 de septiembre de 1940, un informante de la Comisión, dice, que en la línea del Ferrocarril Sud, hay representantes identificados del partido nazi en las localidades de Villalonga, Cabildo, Stroeder, Patagones, Olavarría, Bahía Blanca, Guaminí, Pringles, C. Suárez, Tornquist, Tres Arroyos y dos localidades del Partido de Puan, Villa Iris y Darregueira.

Una joven aviadora,  la argentina Maureen Dunlop,  nacida en Quilmes, voluntaria argentina en la Real Fuerza Aérea Británica

Aunque la guerra se desarrollaba a miles de Kilómetros de distancia de nuestro país, entre los países integrantes del Eje (Alemania, Italia y Japón) por un lado, y el Frente Aliado (USA, Reino Unido y sus aliados) por el otro, y Argentina aún era país neutral  (declaró la guerra al Eje en marzo de 1945, dos meses previos al fin del conflicto en Europa), la lucha silenciosa entre las potencias beligerantes era evidente en nuestro territorio, en un país donde ambas colectividades eran- y son- muy importantes:  durante la Segunda Guerra Mundial, 5000 argentinos fueron voluntarios en el frente Aliado (hombres y mujeres que ocuparon distintos roles, como los 500 pilotos argentinos en la RAF -Real Fuerza Aérea Británica-).

En la foto, vemos la tapa de Picture Post (revista inglesa): del 16 de septiembre de 1944, con una "chica de tapa" especial: una joven aviadora,  la argentina Maureen Dunlop,  nacida en Quilmes, voluntaria argentina en la Real Fuerza Aérea Británica (Aliados). (foto de la web)

También cientos de jóvenes de familias de origen alemán, fueron como voluntarios a Europa, a pelear por el Tercer Reich: en definitiva, muchos  argentinos murieron en los campos de combate europeos, incluso, posiblemente, peleando enfrentados argentinos contra argentinos, en los distintos bandos en pugna: en la segunda foto, cuatro argentinos fallecidos en el frente alemán, durante 1941: los jóvenes René Schotlhammer, Hermann Koop, Ewald Sonnendorfer y Ettehart Golbe .

Cuatro jóvenes argentinos, nacidos en Buenos Aires y  fallecidos en combate en 1941, siendo parte de  las Fuerzas Armadas alemanas (archivo personal de Rubén Ceminari).

Mientras los nazis se reunían en Darregueira y Villa Iris, en Bordenave (Localidad también del Partido de Puan, SO bonaerense) se hacían aportes para las fuerzas Aliadas, en el último día del año de 1943.

Foto cortesía del archivo de la Pulpería de Bordenave

Bordenave también fue el lugar de un efusivo y festivo encuentro, al conocerse el triunfo Aliado al finalizar… la Primera Guerra Mundial. Allí, descendientes de ingleses, franceses, australianos y estadounidenses, y personas de la región que sintieron un alivio al conocer la derrota de Alemania, en el año 1918.

Foto gentileza del Archivo de la Pulpería de Bordenave

Durante los próximos años (entre 1945 y 1950), vendrían miles de alemanes nazis y  de croatas ustashas, a refugiarse a Argentina-escapando a los tribunales europeos-, que aun soñaban con un Cuarto Reich desde Sudamérica…pero esa ya es otra historia.

(Aclaración del autor. La nota es de contenido histórico y no tiene que ver con cualquier implicancia partidaria e ideológica. Las fotos son meramente documentales y no implican apología alguna. La publicación no involucra a posibles familiares de las personas nombradas)