Psicología

Duelo

En el siguiente artículo, la Lic. en Psicología, Paula Del Castillo Marcalle, explica qué es el duelo y refiere a sus implicancias. "En el difícil camino de sobrellevar las pérdidas, el duelo viene asociado a intentar dar algo de respuesta a este proceso de muchas preguntas," cuenta.

Salud 05/06/2023 . Hora: 14:57 . Lecturas: 295
Duelo
Duelo

Por la Lic. en Psicología Paula Del Castillo Marcalle 

 ¡Hola! Que bueno poder estar escribiendo para ustedes de nuevo. Creo que escribir es una manera de compartir. Y en esta edición elegí escribir sobre el duelo. Una palabra que, a mi parecer, ya es parte del lenguaje de la mayoría de las personas. En el difícil camino de sobrellevar las pérdidas, el duelo viene asociado a intentar dar algo de respuesta a este proceso de muchas preguntas.

Empecemos por definirlo: el duelo es un proceso normal y necesario de adaptación a una pérdida. Y lo cierto es que podemos perder muchas cosas: una persona, un proyecto, un trabajo, una mascota, un ideal. Entonces no duelamos solo cuando fallece un ser querido, duelamos cada vez que nos enfrentamos a la pérdida de algo significativo para nosotros.

El proceso de duelo implica una experiencia multidimensional que afecta no solo biológica y emocionalmente, sino que también puede influir en nuestra manera de interpretar el mundo, nuestras conductas, nuestros vínculos.

A nivel emocional, la tristeza, la angustia, la apatía, la ira, la soledad, el abandono, la impotencia, la insensibilidad y la extrañeza con respecto al mundo habitual, suelen ser comunes. A nivel cognitivo (es decir, la manera que tengo de interpretar el mundo) suele aparecer la incredulidad, la confusión, la preocupación, pensamientos e imágenes recurrentes, sentido de presencia de quien falleció, dificultades en la atención y la concentración. Y en lo conductual, puede manifestarse alteraciones en el sueño, la alimentación, conductas de distracción, aislamiento social, llanto y/o suspiros recurrentes, hablar del fallecido o con el/ella, descenso de la actividad.

Solemos explicar todos los posibles síntomas que pueden aparecer para que la persona que lo transita no se sienta un extraño, no se sienta enfermo por lo que le pasa, si no que comprenda que lo que está apareciendo en su vida es normal, esperable y adaptativo: atravesar por eso le permitirá ir reconstruyendo su bienestar. Hablo de reconstruir, porque hay que rearmar eso que se desmoronó con la pérdida, comprendiendo que esta reconstrucción implica empezar a estar bien en una nueva realidad, estar bien pero sabiendo que nada va a volver a ser igual. Esto no quiere decir  que vaya a estar mal, pero sí que va a ser diferente a lo que era: esta reconstrucción, implica una nueva construcción de la vida sin lo perdido (una persona, un ideal, una pareja).

Este proceso de aceptación tiene como condición el dolor. El dolor inherente del duelo. Atravesar el duelo permite ir moldeando ese dolor, a lidiar con él, porque lo cierto es que es una idea falsa pensar que el dolor aparece y se termina. Lo que ocurre es que se aprende a convivir con el mismo. En un primer momento el foco será ese dolor, con el paso de tiempo, el tránsito del duelo y la aceptación, el foco se trasladará a otras cosas, generando la sensación de que el dolor ya no está tanto como antes. Todo esto, es tan particular como subjetivo. Aunque hay mucha bibliografía que sostiene determinados tiempos y etapas del duelo, la evidencia más contemporánea muestra la singularidad y subjetividad de cada proceso. Como cada persona es un mundo, cada duelo es un mundo. Y el trabajo está en poder ir acompañando cada historia, cada proceso, con sus características.

Hacer el duelo es transitar el dolor, entendiendo y aceptando todo lo que trae aparejado, aprendiendo a ser paciente y tolerar, y sabiendo que volveremos a estar bien pero será un nuevo bienestar, el cual tenemos que ir construyendo.

Bibliografía de soporte: Duelo, tratamiento basado en la terapia de aceptación y compromiso (ACT), Gaitán, Reyes Ortega y Corona Chávez.

Comentar esta nota