El Taller “Crecer” sumó una fábrica de quesos a su oferta productiva
La institución dio un importante paso en el ámbito de la producción, al concretar la puesta en marcha de un espacio que le dará valor agregado a una de las materias primas más importantes producidas en la región. En sus primeras etapas, los operarios del taller elaborarán queso semiduro saborizado. Luego, desde la entidad piensan ir consolidándose para ampliar las variedades.
Con el nombre de “La quesería del Taller”, bautizaron este anhelado proyecto, “inspirado por un potente deseo, que hoy se ve concretado”. A la sala donde se elaborarán los productos se le impuso el nombre de “Sergio Amaya”, recordado y querido docente que pasó por la entidad.
“Fue un corazón generoso, un corazón al servicio de los demás, por eso tantas personas abrazaron su historia haciéndose parte de ella, él se quedó por siempre entre nosotros. Por eso, con profunda alegría y emoción queremos contarles que esta sala de elaboración de quesos llevará el nombre de Sergio Amaya, porque siempre estará con nosotros”, expresó emocionada Mara Ferraris, trabajadora del Taller Protegido.
Al acto de inauguración que se realizó hoy en horas de la mañana, estuvieron invitados la Diputada Provincial Marisol Merquel (Unión por la Patria), el intendente electo y saliente Diego Reyes y Facundo Castelli, respectivamente, miembros del Consejo de Administración de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Puan y el cura párroco Emilio Escayola. En tanto, el Grupo Coral Puan brindó su acompañamiento musical. Un importante número de vecinos y amigos de la institución se acercaron a compartir este histórico momento.
“Esta mañana nos reúne para vivir y celebrar un tiempo muy especial para este Taller. Este proyecto comienza en el año 2012, a partir de una iniciativa que nace de la generosidad de Hugo del Castillo y Fernando Garay, al ceder sus conocimientos y experiencia en este rubro, con la intención de que el Taller pudiera llevarlo adelante con sus trabajadores. En el 2015 se une a esta visión el esfuerzo y la segura decisión de la comisión directiva que dio el primer paso en la construcción de la obra, presidida entonces por la señora Nuri Stoessel. Se detiene temporalmente años más tarde, para darle lugar a la edificación y remodelación de las instalaciones del taller y la sala de elaboración de dulces, cumpliendo así las exigencias de la Ley de Empleo Protegido, retomando su construcción en el año 2018”, repasó Ferraris.
La quesería
Las instalaciones cuentan con una infraestructura equipada, incluyendo una tina elevada de 500 litros, mesas de trabajo específicas, prensa manual, bombas de drenaje y contenedores para la salmuera. Además, se destacan las medidas de higiene, con controles fitosanitarios, lavamanos, cortinas sanitarias y un laboratorio para control de calidad. También se encuentra provista de cámara frigorífica y áreas dedicadas a la pintura y despacho de los quesos.
Ferraris señaló que este proyecto es un “nuevo punto de partida para prosperar, una inmensa y pujante iniciativa laboral para nuestros trabajadores, quienes día a día, con su responsabilidad y compromiso nos dan el impulso más confiado para crecer”.
La referente del Taller Protegido confió en que la quesería irá progresando, siempre de acuerdo a sus posibilidades
“Deseamos que alcance un crecimiento grandioso, llegando a cada hogar. Crecemos sin olvidar lo más importante, lo más preciado que tenemos, lo que somos, nosotros mismos. En el Taller, optimizamos nuestro tiempo, que vuela, avanzando en la búsqueda de finalizar el día con todo resuelto, del local a la huerta, del gallinero a la cosecha, de los dulces a los trapos, de cocer a las entregas, planificando el mañana.
En el Taller si se escucha música, se sube el volumen y bailamos. Cada día nos ayudamos, nos esperamos, nos ofrecemos a acompañar a quien lo necesita, nos miramos a los ojos y extendemos un mate, compartimos nuestros cumpleaños, viajamos juntos, miramos futbol, simplemente nos tenemos y protegemos con amor. Ese es el sostén de nuestro trabajo, andando a un ritmo agitadamente humano, somos un equipo de 27 talentos silenciosos, de manos al servicio y de una responsabilidad ilimitada, trabajar nos da el progreso: estar unidos la felicidad”, admitió Ferraris.
Inclusión
Teresa Aldecoa, presidenta de la Comisión Directiva del Taller, se refirió al “esfuerzo, la dedicación y la colaboración de muchas personas”, al momento de concretar la obra.
“Este lugar es un espacio donde se promueve la inclusión, donde se demuestra que todos tenemos capacidades únicas, que deben ser valoradas y aprovechadas. Les damos la oportunidad laboral a Ricardo, Gino, Gabriel, Jorge, Juja, Carina, Néstor, Daiana, Marcelo, Damián, Camila, Viviana, Omar, Belén, Cecilia, Adriana, Gastón, Marita, Tito, Agostina, Agustín, Juan, María Luz y Héctor”, indicó y destacó que ellos “con su talento y habilidades contribuirán al crecimiento de este proyecto. No solamente se harán ricos quesos, sino que también se hará un trabajo en equipo, con responsabilidad, valentía, actitud y mucho esmero”, completó.
Por último, Aldecoa agradeció el apoyo inicial de Hugo Del Castillo, Fernando Garay, Nuri Stoessel y Diego Capuano y “a quienes dieron el empujón final como Claudio Leonhardt y Marisol Merquel. Ésta última, como legisladora provincial obtuvo fondos del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para invertir en la quesería.
Y mencionó a la Cooperativa Agrícola Ganadera de Puan y a la municipalidad. Al tiempo que destacó la ayuda de toda la comunicad de Puan.
“A todas las familias, gracias por confiar en nosotros, gracias por ser parte de este sueño hoy hecho realidad”, finalizó.
Orgullo
Nuri Stoessel, ex Presidenta de la Comisión del Taller Protegido “Crecer” celebró el “ansiado logro, en momentos que, contar con una fuente genuina de trabajo, muchas veces se convierte en una utopía. Es un orgullo haber formado parte del Taller Protegido y ser puanense”, aseveró.
Y recordó cuando, en el 2015, hubo gente de la localidad que creyó en el proyecto de la quesería del Taller.
“Deseo agradecer al Ingeniero Diego Capuano por acompañarnos realizando los planos desinteresadamente. A la señora María Allegue que, desde la municipalidad, creyó en nosotros y llevó adelante los trámites para lograr las autorizaciones. Luego, se necesitaban juntar fondos, y fue así que los señores Darío Ebertz y Néstor Rojo aportaron el primer camión de canto rodado. Allí comenzó todo”, contó.
Por último, Stoessel agradeció a las diferentes comisiones que se fueron sucediendo y dirigió su “total reconocimiento a la comunidad del Taller Protegido por el trabajo cotidiano, por la empatía, por ser una de las instituciones que siempre recibe apoyo de la población, por el arduo y constante trabajo. Invito a nuestro pueblo a ir siempre por más y a entender la gran importancia de este emprendimiento. Y como alguien dijo; “hay quienes observan la realidad tal cual es y se preguntan ¿por qué?… y hay quienes imaginan la realidad como jamás ha sido y se preguntan ¿por qué no? Por esa gente que, comisión tras comisión, sigue imaginando una realidad que jamás ha sido y va por ella, siempre voy a estar agradecida y feliz de haber pertenecido a esta familia, a esta comunidad del Taller Protegido. Gracias también a cada operario por haberme hecho sentir siempre, y cada vez que venía, como si estuviera en casa. A seguir adelante, siempre estoy para ustedes”.