Puan: recrearon la tradición de las fogatas de San Pedro y San Pablo

Fue el sábado 29 de junio frente a la parroquia, previo oficio religioso. Se reunió un buen marco de público en torno a esta celebración.

INTERÉS GENERAL 06/07/2024 . Hora: 21:19
Puan: recrearon la tradición de las fogatas de San Pedro y San Pablo
Puan: recrearon la tradición de las fogatas de San Pedro y San Pablo

(*) El pasado sábado 29 de junio, la comunidad católica de nuestra localidad celebró las tradicionales fogatas de San Pedro y San Pablo. 
Las actividades se desarrollaron frente a la Parroquia Inmaculada Concepción. Previamente, se celebró la Santa Misa, con un importante número de feligreses. 
El lema de la jornada fue "Quemamos lo que queremos que Dios transforme". Renovemos nuestra fe como comunidad, imitando a los apóstoles Pedro y Pablo.

Festividad pagana
La fogata de San Pedro y San Pablo es una antigua celebración pagana y religiosa que une el tributo al fuego en sus diferentes significaciones y simbologías con la sacralidad.
El 29 de junio se conmemora a San Pedro, primer papa de la Iglesia Católica, y a San Pablo, el gran apóstol de los Gentiles, quienes, según la tradición, fueron ejecutados alrededor del año 67 por orden de Nerón.

El sentido purificador atribuido al fuego se mezcla con el rito estival (para nosotros invernal) de la fogata asociada al martirio de los santos mencionados. Por eso, en lo alto de la fogata se ubican los muñecos, los cuales son quemados como expiación colectiva para rendir homenaje a los santos inocentes.


En nuestro país, esta celebración forma parte de las tradiciones populares –heredadas de la inmigración– que se afianzaron a principios del siglo XX con el surgimiento del barrio como espacio de encuentro, participación e identidad.
Recrear estos encuentros que se apropian con espíritu festivo y lúdico del espacio público -marcando como territorio de pertenencia la vereda, la calle, el barrio, la ciudad- fue el motivador para rescatar y resignificar en el presente esta tradición cultural.

(*) Agradecemos a Giselle Destrée por enviarnos las fotografías.

Comentar esta nota