Frente a los últimos hechos de violencia respaldan la labor de las escuelas
Fue mediante una “Carta a la Comunidad Educativa Bonaerense” remitida a través de la Dirección General de Cultura y Educación. Allí se reflexiona sobre el estado de una sociedad que sufre el desprestigio de sus “grandes instituciones”, y avanza hacia la disolución de los lazos sociales. “La escuela persiste en su tarea de enseñar, unir, abrazar y contener: “la escuela es el único lugar donde me preguntan cómo estoy”, nos dijo una estudiante en un reciente encuentro educativo”, comentaron las autoridades en la nota.

El gobierno provincial, a través de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), se expresó acerca de los últimos hechos de violencia ocurridos en escuelas bonaerenses y que tuvieron como protagonistas a alumnos, docentes y padres.
Desde la cartera educativa calificaron a los hechos como de “violencia social” donde la escuela fue el escenario en el que ocurrieron.
Además, reconocieron la “responsabilidad” del Estado respecto de la vida, seguridad y el ejercicio de derechos.
“La escuela no es una institución neutral con relación a las situaciones de agresión, violencia y desvínculo que hoy afectan a muchos de nuestros niñas, niños, jóvenes, docentes, trabajadores auxiliares y familias. La Dirección General de Cultura y Educación, junto con los ministerios de Salud, Seguridad, Justicia y Desarrollo de la Comunidad realizan acciones, e incrementarán su presencia en las comunidades en las que se manifiesten los conflictos”, indicaron.
Lo que la sociedad no ve
En general, explica la nota fechada hoy miércoles en la ciudad de La Plata, “los indicios de situaciones de conflicto se advierten en primer lugar en la escuela que, con frecuencia, observa lo que la sociedad muchas veces no ve o se niega a ver.
La escuela enseña a preferir la ley, porque todos necesitamos que los límites y los acuerdos sean cumplidos. Consideramos que en toda institución hay autoridades que deben ser respetadas y hay diferentes responsabilidades, y las personas deben asumir las consecuencias de sus decisiones en cualquier condición y a cualquier edad”, expresa.
Y continúa: “la escuela es un espacio de cuidado y escucha atenta. No creemos en los caminos del mero punitivismo, ya que castigar no es la única forma de educar. Seguiremos tomando las decisiones necesarias, para garantizar la seguridad de nuestras y nuestros estudiantes en el espacio escolar y las instancias sociales y comunitarias que estén a nuestro alcance”.
Las autoridades educativas hicieron hincapié en el rol de los adultos, pidiendo que actúen con la corresponsabilidad que la situación demanda.
“Observamos que con reiterado simplismo se deposita en la institución escolar y en sus docentes toda la responsabilidad de la educación de las niñas, los niños y adolescentes”, afirma el texto; al tiempo que agrega “somos testigos de la existencia de un contexto de agresividad y hostilidad que necesariamente impacta en la cotidianeidad de la escuela: insultos, peleas, descalificaciones son moneda corriente en la vida social, de igual modo que es fácil observar cómo se ha degradado la conversación pública en la sociedad argentina”.
Salud mental
Las niñas, niños y adolescentes –explicaron-- pasan en la escuela aproximadamente el 15% de sus vidas, el resto lo viven con sus familia, amigas y amigos, en las calles o en distintos entornos sociales.
“Por otra parte, el mundo virtual y de las redes sociales en el que están inmersos muchas niñas, niños y adolescentes es un mundo sin normas, habilitado para decir y mostrar todo, para exponer y humillar sin consecuencias. En ese nuevo territorio carente de ley, el conflicto se dirime con la eliminación o el bloqueo de la otra o el otro. En las redes es tan sencillo ser humillado, como humillar, o dejar al resto fuera de juego. No debe ocurrir eso en la realidad social y comunitaria”, aseveraron.
Desde el gobierno de la Provincia manifestaron su preocupación por la salud mental de los chicos.
“En forma conjunta con el ministerio de Salud bonaerense estamos desarrollando el Programa “La salud mental es entre todas y todos”. Como allí hay una demanda y un problema, construimos un programa que interviene sobre el padecimiento subjetivo en las escuelas”, comentan.
Acerca del rol de los medios, las autoridades solicitan la colaboración de los medios de información y comunicación.
Con frecuencia, sólo exhiben a las y los jóvenes como protagonistas de escenas de violencia, alimentando prejuicios y profundizando la exclusión social. Pierden así la oportunidad de comunicar un aspecto tan destacado en las juventudes, como la solidaridad y el compromiso con su prójimo. Son estos mismos jóvenes los que solidariamente trabajaron para recuperar a la ciudad de Bahía Blanca, limpiando escuelas, hospitales y calles anegadas”, indican.