Amigos del Museo reparan las ruedas del Cañón
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A tomar concienciaHace más de 6.000 años esta inmensa llanura pampeana y su sistema serrano fueron ocupados por sociedades cazadoras–recolectoras que dejaron en nuestro territorio “huellas” materiales. Gracias al trabajo llevado adelante por los arqueólogos, desde hace ya varios años, podemos comprender mejor cómo vivían nuestros antepasados, qué actividades realizaban, cómo se organizaban y entender cómo el ser humano ha llegado a ser lo que es hoy. Estos hallazgos posicionan a nuestro distrito como un sitio muy valorado por aquellos grupos humanos. Lamentablemente, uno de los principales agentes que destruye o modifica los sitios de forma intencional es el hombre actual a través del vandalismo, la ignorancia, la intolerancia y el tráfico ilícito de bienes arqueológicos.
¿Por qué es importante valorar y proteger nuestro patrimonio arqueológico? • Porque no sólo es de la comunidad, sino de sus descendientes. Es por eso que debemos darles la oportunidad a las nuevas generaciones de conocerlo y valorarlo también. • Porque los seres humanos tenemos una historia, un origen y una tradición. Nuestro patrimonio cultural es un pedazo de esa historia. • Porque cada objeto y sitio arqueológico es una pista que puede ayudarnos a entender mejor nuestra compleja historia. Dañar ese patrimonio es como arrancarle hojas a un libro.
LEYES DE PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO Para evitar el robo y la venta o para proteger y conservar el patrimonio arqueológico, se han elaborado diferentes leyes tanto de aplicación internacional, como nacional, provincial o municipal. Sólo personas autorizadas pueden recolectar materiales y realizar excavaciones. ¿Qué pasa si encuentras accidentalmente una pieza? Las piezas arqueológicas son delicadas, algunas llevan miles de años enterradas y pueden estar muy deterioradas. Por eso es mejor que no las saques de su lugar y que expertos las manejen. Así estás ayudando a que la información que contiene no se pierda. Lo que sí podés hacer es comunicarte con el Museo, o con alguna autoridad municipal. ¿Qué pasa si conocés a personas que tengan piezas en su hogar? Esa pieza ha perdido parte de su historia; no sabemos dónde fue encontrada ni a qué profundidad, junto a qué otros objetos se encontró o en qué posición estaba. Es decir, hemos perdido su contexto. Esa persona quizás no sabe todo lo que has aprendido con tu visita al Museo. Contale todo e invitala a que se acerque al MIB. Aquí lo asesoraremos.