Ignacio Iriarte disertó sobre la situación de la ganadería en el mercado local e internacional
Escasez mundial
Siguiendo con la falta de ganado en el mundo, contó habló de las pruebas piloto en Turquía y Rusia para incentivar la cría de vacunos. “Turquía tiene un cartel donde se lee: "pago 1500 dólares la pieza de 300 kilos puesta en Turquía. Hace seis años descubrimos el famoso BRIC: Brasil, Rusia, India y China. Nos dimos cuenta que esos cuatro monstruos van a pasar por arriba a Europa y EEUU. Es otro mundo que necesita alimento y carne vacuna. A nivel internacional hay una psicosis sobre la falta de carne, y el que la tiene como nosotros, no la quiere vender,” señaló.
Crecimiento de la ganadería en Latinoamérica
El crecimiento de la producción ganadera en Latinoamérica se visualiza en Chile, Paraguay y Uruguay—dijo Iriarte— alcanza un crecimiento superior al 10 por ciento. “Crece Paraguay y Brasil es imparable, ya es una potencia internacional. En todos estos países hay una tradición de comer carne. Un consumo bajo en Latinoamérica es un consumo de 20 k. Por ejemplo, los venezolanos con el dinero del petróleo, subieron el consumo de 20 a 22 k. Son pueblos sin disponibilidad de carne vacuna,” narró. “Cuando se suponía que la parte del mundo destinada a arreglar el faltante de carne, era Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, resulta que ahora se la están comiendo localmente. Brasil, a diferencia de nosotros, ha sacado de la pobreza a millones de personas. Incorporó en 8 años 40 millones de habitantes antes sumidos en la indigencia,” destacó. “La ganadería paraguaya no ha hecho otra cosa que hacer crecer los beneficios del mercado internacional de carne. El gobierno aumenta el rodeo, la industria, la genética y mejora los caminos. El presidente Fernando Lugo se niega a tocar el sector ganadero,” contó.
Argentina. Disminución de la oferta y aumento de la demanda
Al momento de abordar la realidad local, el especialista recordó un dato publicado en el último Congreso de la Carne realizado en octubre del año pasado. “Se dijo que Argentina comió 10 millones de cabezas en los tres mejores años para la carne de los últimos 50. Eso era en octubre, ahora sabemos que se consumieron 12 millones,” informó. “Si hoy abriéramos las exportaciones, se exportaría muy poco, más de lo que se está exportando ahora, pero no estamos culturalmente preparados para comer 50 kilos de carne, siempre hemos consumido más y hasta 100 k por largos períodos,” demostró. “El promedio anual de 55 a 60 kilos por persona, se hacen entre el que no come nada y aquel que se come todo. El promedio de consumo de carne de los pueblos de la provincia, donde no hay pobreza extrema, es de 100 a 120 kilos,”detalló. En estos últimos años, la disminución en el ganado produjo una baja en la oferta y un aumento en la demanda. “Estamos en la gloria porque hay una escasez dada por la sequía y por el gobierno. Los precios van a durar mientras dure la escasez, eso va a depender de que ustedes vuelvan a tener en Puan la cantidad de hacienda de hace dos, tres o cuatro años. Se estima deberá pasar un lapso de hasta de diez años, para estar como hace cuatro, pero la población en ese interín, habrá crecido en 400 o 500.000 habitantes por año,” dijo. En este sentido, la realidad no va a ser la misma. “Hoy creemos que si todo sale bien, en 4 o 5 años vamos a volver a comer 60 kilos, pero no 70. Hoy tenemos 46 millones de cabezas y 41 millones de habitantes. Antes había casi 3 vacunos por habitante y después dos. Vamos en el camino del 1 a 1. Los que miran a la Argentina con una visión a largo plazo, dicen que tiene un destino agrícola. Nuestro país todavía no cerró el capítulo agrícola, va a sembrar más, con la tecnología actual le caben 5 o 6 millones de hectáreas más para agricultura.” “Cuando uno pone en marcha la liquidación no la frena más, ese es nuestro peligro. La carne es extraordinariamente escasa, y no alcanza ni para 50 kilos de consumo interno, aunque cerremos totalmente las exportaciones. Esta situación es irreversible, el gobierno creyó que el faltante de carne era circunstancial, no creía que había entre 50 y 55 millones de cabezas,” manifestó. Los precios favorables se deben también a la liberación del mercado. “El gobierno, al no poder dominar el mercado, lo deja libre, sin control de nadie. Eso sí, hay un sector que debe vender la carne a mitad de precio. Esta presión va a terminar mal, porque están cerrando los frigoríficos. Hay una gran parte de la faena para el mercado interno a mitad de precio. Esa es la intervención del gobierno y es curioso, porque la mayoría de las empresas son multinacionales, con peso propio, pero están perdiendo mucho dinero,”afirmó.
Futuro
Al dar las conclusiones, el Lic. Ignacio Iriarte, habló sobre las perspectivas a futuro en caso de ser reelegido el actual gobierno. “Tengo la sospecha que no van a ser muy diferentes en materia de carne. El faltante es tan grande que es inútil querer dominar el mercado,” señaló. Para el especialista, una de las preocupaciones a futuro será la incidencia de la inflación ---que alcanza en la actualidad el 25 por ciento—en el aumento de los costos para la producción ganadera.