Informe agrícola: Estado de cultivos de fina

(*) La condición de los cereales de cebada y de trigo, que se encuentran en un estado de desarrollo entre grano lechoso avanzado (7-77) y grano pastoso (8-83) dependiendo la fecha de siembra, es de buena a muy buena en el sudoeste bonaerense. Recordemos que las frecuentes precipitaciones registradas en la región desde el mes de marzo, han causado algunos inconvenientes, falta de piso, para realizar las implantaciones de los cultivos de invierno en tiempo y forma. Esto generó que muchos materiales de ciclo largo, que habían sido adquiridos por el productor se sembraran en los meses de julio y hasta en algunos casos extremos en principio de agosto. Por otro lado, la profundidad de los lotes provocó que en los casos de perfiles pocos profundos estos se saturaran rápidamente, provocando el escaso desarrollo de las raíces por la falta de oxigenación. Otro problema que se registró en la zona es el lavado de los nutrientes, donde la fertilización con nitrógeno en muchas oportunidades no satisfacieron las expectativas generadas. Si bien el exceso de humedad y la falta de bajas temperaturas (heladas) brindaban las condiciones propicias para el desarrollo de las enfermedades, éstas fueron controladas a tiempo en los casos de alta incidencias. RAMULARIA: Las dos últimas campañas de cebada, se caracterizaron por la alta incidencia del hongo Ramularia, enfermedad emergente que afectó nuestra región produciendo mermas de hasta 18 qq /ha. y deterioro de la calidad del grano (calibre y peso hectolitrito). A partir de ello estudios realizados por el INTA, determinaron una ventana de aplicación (entre principios de elongación del tallo y aristas visibles) con fungicida mezcla de carboximida y estrobilurina, la cual reduce la enfermedad hasta un 60%. Las condiciones meteorológicas que predisponen el desarrollo de este hongo que produce el salpicado necrótico de la cebada, son temperaturas templadas y lluvias concentradas en los meses de agosto -septiembre y alta humedad asociada a las horas de mojado de las hojas. Si bien el agente causal puede encontrarse en las semillas, la fuente de inóculo son los rastrojos de campañas anteriores, cebada guacha y otras gramíneas como el raigrás. Los principales síntomas que manifiesta esta enfermedad son manchas necróticas marrón oscuras pequeñas con halo clorótico, de 1 a 3 mm de largo y 0.5 de ancho sobre el tejido foliar. En los gráficos I y II, brindados por el Ing. Zajac, se aprecia los registros de lluvias acumulados hasta el 4 de noviembre (promediando los 850 mm en la región) y su variación en porcentaje respecto al año 2013.

Si bien falta transitar los últimos momentos de definición de los cultivos, donde las reservas de agua asegurarían el correcto llenado de los granos y una adecuada maduración de las espigas, NO debemos olvidarnos de las dos incidencias climáticas que se pueden presentar.

*Elaboración: Dirección de Estudios Económicos – Bolsa de Cereales de Bahía Blanca – Noviembre 2014-