Romina González: “Ojalá pronto pueda ir a Puan para descansar y estar con mi familia”

INTERÉS GENERAL 04/09/2020 . Hora: 12:40 . Lecturas: 5

La Licenciada en Kinesiología y Fisiatría nos da un panorama de la situación en el Hospital San Martín de La Plata y relata cómo son sus días en medio de la lucha contra el Covid.

Romina González Martiquet, cumple su segundo año de residencia en el nosocomio platense. La joven puanense reconoce que hoy el escenario es “completamente distinto” al planteado allá por fines Mayo, cuando realizara la primera entrevista con TODAS LAS VOCES.

“Como pasa en la mayoría de los Hospitales de la Región Metropolitana de Buenos Aires y otros del resto del país, el porcentaje de camas ocupadas de Terapia Intensiva está entre un 70 y un 80 por ciento”, precisó.  

Y aclaró: “eso, independientemente de aquellas ocupadas por pacientes ingresados por diversas patologías. La cantidad de internados por el virus alcanza un nivel grave y preocupante.

-¿Cómo se acondicionó el Hospital al momento de diferenciar las zonas destinadas a pacientes Covid?

En Terapia Intensiva tenemos un área Covid, con cierto número de camas. El área no Covid reúne a pacientes con otras patologías y otros motivos de ingreso. Sin embargo, el personal de salud se cuida como si todas fueran áreas Covid. El cuidado personal y el uso del equipo de protección no discriminan zonas.

El sector de enfermos de Coronavirus cuenta con habitaciones individuales, preparadas especialmente para que el personal sanitario ingrese y egrese de manera segura. Al salir tenemos todos los elementos necesarios para la limpieza y la higiene. La zona está delimitada por una línea roja, detrás está lo que llamamos “área sucia” y delante el “área limpia”.

Es una parte preparada para pacientes infectados. En otras salas, como la de Emergentología ocurre lo mismo. Las personas que ingresan con Covid requieren una habitación cerrada, justamente por la aerosolización del virus, y porque el personal debe prepararse de manera especial para ingresar.

Hospital San Martín de La Plata

-¿Cómo era el porcentaje de ocupación de camas de Terapia Intensiva en esta época, en años anteriores?

Hoy, los niveles de ocupación están superados respecto del año pasado. Muy por encima de estadísticas anteriores.

De hecho, el área Covid que determinamos como unidad de Terapia Intermedia, el año pasado no estaba abierta. Este sector está equipado con la infraestructura y cuestiones edilicias bien establecidas pero no había personal ni camas habilitadas, porque no era necesario usarlo.

Esto pasaba porque solamente con el área de Terapia Intensiva podíamos abastecer la demanda. El número de personas que se atendían era muy inferior al actual. Este año se habilitaron zonas del hospital que ya estaban armadas pero sin funcionar.

Sí todo esto continúa así, incrementándose el número de casos, el Hospital estaría en condiciones de abrir pabellones destinados a otras áreas, y equiparlas para recibir pacientes Covid que requieran o no ventilación mecánica. La complejidad puede ser diversa y sí o sí necesitás camas y un sector individual para estos pacientes.

-¿Hoy puede afirmarse que el virus afecta mayoritariamente a personas de edad con patologías preexistentes o esa evaluación ha ido cambiando?

El comportamiento del Covid puede llegar a ser muy heterogéneo. Sabemos que en la población de riesgo la mortalidad se eleva. De todo el universo de infectados, el 80 por ciento son enfermos leves, generalmente entre la población joven. Hay un 20 por ciento que requiere algún tipo de internación. Se trata de personas mayores. Y de ese 20, el 5 por ciento necesita pasar una unidad de cuidados críticos, o someterse a ventilación mecánica. Hablamos de gente con patologías de base severa. No podría establecer la media exacta de edad, pero por ejemplo hubo pacientes desde los 50 años, predominantemente de sexo masculino. La mayoría no presentaba co-morbilidades o factores de riesgo asociados.  También es cierto que están muriendo personas 35 o 40 años, sin patologías de base. Esta siendo afectado personal de la salud muy joven. Por eso, el comportamiento del coronavirus es bastante impredecible.

Dra. Romina González Martiquet

-Y el sistema debe estar preparado para atender pacientes que ingresan por otros motivos

En nuestro hospital lo vemos a diario. Al ser público y de alta complejidad, llegan personas con otras patologías. Por ejemplo cardiovasculares, politraumatismos y otros. Los accidentes en la vía pública siguen existiendo, lo mismo que las enfermedades del invierno. Vienen a consulta pacientes con patología de base, o a internarse por diversos motivos. Esta población que acude a los hospitales,  lamentablementecorre riesgos porque se expone a estar en contacto, ya sea con nosotros o con áreas en las que puede circular el virus.

-¿Cómo manejan la difusión de las estadísticas que luego vemos en los medios de comunicación?

Hace unos días, el Ministro de Salud estuvo en contacto con la Dirección del Hospital, para ver cómo estábamos. Desde el Ministerio están permanentemente comunicados con la unidad de terapia intensiva.

La Presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva y la ex Presidenta, son dos doctoras que se desempeñan como jefas de nuestra Terapia, son las que manejan las estadísticas diarias y dan los reportes, son los que nos ponen al corriente con las cifras.

-¿Has podido ver casos de personas curadas que han vuelto a re-infectarse?

No. Yo trabajo en el área de cuidados para pacientes muy críticos.  Cuando uno de ellos sale es una situación movilizadora. Pensemos que el enfermo de  Covid, es alguien críticamente enfermo. Salir de la ventilación mecánica, recuperarse y después lograr el alta, no es un proceso de una semana. Lleva hasta tres meses de internación. 

He escuchado casos de reinfección pero todavía no hemos visto ninguno aquí. Sí vemos gente a la que se da de alta. Tuve contacto con ellos y son conscientes de lo que les sucedió.

Es una situación especial, verlos ahí… que salieron, después de tanto tiempo bajo asistencia respiratoria, escucharlos y hablar con ellos es movilizador.

-¿Qué pasa cuando salís del Hospital y te encontrás con la calle? ¿Ves que hay más conciencia en la gente?

Creo que vivimos una realidad dual. Cuando estás en la Terapia Intensiva y mirás por la ventana ves otra realidad. Nuestro mundo gira en torno al cuidado del paciente, cuando salís a la calle te encontrás con algo totalmente distinto. A veces no lo podes creer.

Es entendible, yo no juzgo los comportamientos de la sociedad. Por ahí, te enteras que el paciente ingresó luego de ser contacto estrecho de un infectado o un familiar, o porque fue a una reunión o a un evento social y ahora está contagiado y lo estamos atendiendo.

Uno entiende que la gente está cansada, que la población no da más, o hay cuestiones económicas por resolver, o temas laboral.

En mi caso, hace ocho meses que no veo a mi familia… es entendible, pero estamos en una situación de pleno pico y los números se incrementan día a día.

El llamado es siempre el mismo: mantener los cuidados básicos, usar barbijo, distanciamiento social, higiene de manos.  Es verdad, hay que salir a la calle, se entiende… ir al supermercado a abastecerse, pero además es preciso entender que existen situaciones posibles de evitar como compartir el mate o hacer una reunión social, por ejemplo.

Uno puede contagiar el virus a través de superficies, muchas veces te podés confiar, pero una higiene de manos inadecuada te expone a la posibilidad de contagio.

Nos pasa a nosotros cuando usamos el equipo de protección personal, tengo compañeros de la residencia aislados por ser positivos. Y nos cuidamos todos los días con el equipo de protección, pensando a cada rato cómo colocarlo y sacarlo. El mínimo error o descuido te lleva al contagio.

¿Pensaste alguna vez cuántas veces por día te sacás y ponés el equipo de protección?

No sé. Desde el ingreso a la guardia a las 8 de la mañana, hasta  mi salida a las 20 horas, llevo todo el día el barbijo N95, lo mismo las antiparras, porque, ya sea por mucosa o conjuntiva, hay posibilidad de contagio. Ingresar y egresar de Terapia Intensiva, no podemos estimar la cantidad de veces, perdimos la cuenta. Imaginate, entrar y salir te puede llevar una hora o 15 minutos. Ni nos damos cuenta del número de ocasiones. En el caso de pacientes no Covid también nos vestimos, usamos el camisolín. La máscara y antiparras. Es una cuestión de rutina, nos habituamos tanto que respirar a través de dos barbijos y una máscara facial ya es una costumbre.

-¿Cómo estás vos? Se te nota entera

No estoy igual que cuando hablamos en Mayo. No estamos colapsados al ciento por ciento, pero hay una generalidad entre mis compañeros. Estamos cansados, estresados y angustiados. Uno se pone a pensar, no solo es el hecho de estar lejos de los nuestros a quienes no vemos desde hace meses. También la situación de angustia por estar en un área de trabajo critica.

El clima de tensión entre los profesionales es mayor, como se está repitiendo  últimamente en los medios de comunicación, el número de trabajadores de la salud es limitado, está al borde del colapso, y el sistema va a llegar al desborde, porque no hay personal de salud disponible. Más allá de que haya o no haya camas o respiradores, el personal está agotado, cansado, más de una vez nos enojamos con la situación.

Uno saca fuerzas de todos lados y trata de mantener la mente tranquila. Cada guardia se vive con un clima de tensión. El nivel de estrés se siente al descansar, en tu vida diaria, llegás a somatizar tus emociones.

Estamos en una situación difícil, todo el personal de salud. Por eso, la carta que hizo pública la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva expresa lo que sentimos en su totalidad. Nos sentimos devastados, con ganas que todo esto se termine, son muchas las emociones.

Uno no puedo decir hoy “me siento de tal manera”… es un conjunto de emociones que día a día va cambiando. Es una mezcla. Es totalmente dinámico, te ponés alegre por el que se recuperó, y al rato estás triste con el que cae todos los días. Los casos nuevos que llegan, la reacción del entorno familiar de ese paciente. Hay que lidiar todos los días con circunstancias angustiantes. Ojalá pronto pueda ir a Puan a ver a mi familia y descansar un poco.