Día de la Policía Bonaerense: sus orígenes en Puan

PUAN 13/12/2020 . Hora: 16:49 . Lecturas: 22

Hoy, 13 de diciembre, se celebra el Día del Policía Bonaerense, la fecha conmemora a la federalización que se produjo en 1880, cuando la ciudad de La Plata fue declarada capital de la provincia. Tras la federalización y traslado se produjo la instalación de una gran estructura gubernamental que se mantiene hasta nuestros días.

En el marco de la celebración, habitualmente, se procede a la entrega de premios y reconocimientos a agentes que se han destacado por su labor al servicio de la comunidad.

El 29 de Octubre de 1889, de un testimonio recogido de la obra de LEVENE, se informa: “Como el pueblo (Puan) carecía aun de los edificios públicos necesarios, la Legislatura bonaerense sancionó una ley, autorizando al Poder Ejecutivo para entregar a la Municipalidad de Puan la suma de $ 50.000 moneda corriente, para las obras de la Casa Municipal, Juzgado de Paz, Comisaría y Enfermería”.

“El gorra colorada” y el antecedente local de la policía bonaerense

El 29 de Agosto de 1888 se aprobó el trazado de la localidad, realizado por el Ingeniero Rodolfo Moreno. El diseño respetaba el rumbo, la plaza, y parcialmente, las manzanas que correspondían a la Comandancia, cuarteles y trazado original. En la manzana 60 esquina Belgrano y Humberto 1° figura la Comisaría.

Aunque cabe mencionar que la esquina Ortúzar y San Martín de la manzana 71 (donde hoy funciona la dependencia policial), estaba a nombre de Luis Aldaz.

Pero ¿Quién era Luis Aldaz?

Lo apodaban “el gorra colorada”, no por ser adicto al conservadurismo, sino por su condición de vasco carlista. Era de complexión robusta, alto y fornido, con una increíble fuerza física y un riguroso sentido de la justicia. Desde 1879 fue designado oficial de la policía rural de la provincia de Buenos Aires, a cargo de su organización. Debió lidiar con celebridades del delito que por aquellos años cometieron fechorías en nuestra región, en su camino hacia la Patagonia. Se trataba del l pistolero Butch Cassidy y su banda de cowboys norteamericanos que por esos años cometieron varios robos, muchos a entidades bancarias.

Tras la federalización de Buenos Aires, Aldaz pasó a la Policía de Provincia como oficial de frontera.

En 1884 estuvo destinado en Puan, a cargo de la Policía de Frontera. En 1885 tenía a su cargo los destacamentos de Puan, Guaminí y Sandes. Se lo llegó a tener por audaz y temerario. Muchas veces, en trámite de someter a un forajido arrojaba sus armas y procedía “a mano limpia”. Cuentan que solía usar cota de malla”.

“El Gorra Colorada” a prestó servicios como comisario en Guaminí, entre 1906 y 1917. Ese mismo año fue nombrado inspector general y tres años más tarde se le designó alcalde del departamento de policía de la ciudad de La Plata.

Durante treinta y cinco años prestó servicios contra el gauchaje alzado, persiguiendo matreros, criminales y ladrones de ganado. Había recibido varias cicatrices de lanzazos, cuchilladas y balazos al someter a temidos delincuentes, como el célebre Felipe Pacheco, alias El Tigre de Quequén.

La Jefatura de Policía de la provincia de Buenos Aires le decretó honores especiales a su muerte por considerarlo el decano de los funcionarios policiales, por su conducta intachable y los innumerables servicios prestados.

Bandidos rurales

Dada la evolución del campo en esos años, ya no había indiadas como las que se vieron hasta 1880. Los grupos de salteadores estaban compuestos por cuatreros “cristianos” (según la acepción de los indios) y algún indio o indios que habían quedado semi incorporados a la civilización. Sin olvidar la incursión del cowboy norteamericanos mencionados más arriba.

Doña Albina Vercellino de Nervi, recién llegada de Uruguay, se encontraba sola en el campo y el ladrido de los perros le anunció la llegada de extraños. Protegida por la oscuridad, corrió hasta un cañadón cercano, y así salvó su vida.

Era en la primitiva estancia El Pincén de Artagabeitía, y del rancho aun quedan los tamariscos, junto al boulevard de ingreso al campo que ahora es de la familia Braumbeck, y el cañadón queda hacia el lado opuesto.

Uno de los primeros jefes de policía destacados en Puan fue Gorostondo, quien a principios de la década de 1890 contaba con 30 agentes. Comentada su bravura, cuentan que frenó el avance del grupo de revolucionarios que participó del levantamiento conocido como Revolución de 1890.

La dependencia policial en Puan a principios de 1900

Surgen las subcomisarías

La Policía de la Provincia de Buenos Aires, que reunía a las comisarías de campaña. Estos servicios de vigilancia fueron ampliados en 1882, cuando el 8 de mayo el Poder Ejecutivo Nacional decretó la internación en el ¨desierto¨ de las fuerzas nacionales. Es así como dentro de los fortines son constituidas subcomisarias, y para zonas sin fortín aparece la figura de subcomisario volante. Uno en Carhué y otro en Puan. El subcomisario de Puan, tendría por misión efectuar recorridas “hasta los derrames del arroyo Pigüé, las Sierras de Curumalal Chico y el Fortín Mayor Díaz. Durante la mayor parte de la década de 1880, los alcaldes y tenientes, continuaron siendo fuera de los poblados, las autoridades más inmediatas en materia de seguridad a las que acudían los vecinos ante un hecho criminal. Ejemplo de ello fue Paulino Amarante, comisario inspector que ejercía jurisdicción en cinco comisarías de la antigua frontera y además oficiaba de juez de paz en el poblado de Guaiminí.

Izquierda: Oscar Trejo. Centro: Comisario Damián López. Derecha: Rueda (escribiente)

Saber andar a caballo, buena conducta y manejar armas

Desde 1882, si bien los registros son algo escasos, la presencia policial en el partido fue creciendo a la par del desarrollo regional, para satisfacer las demandas de seguridad que vinieron a colación. En un principio, siendo los únicos requisitos para ocupar el cargo de sargento saber andar a caballo, usar armas y gozar de una buena conducta. Muchas veces el ¨reclutamiento¨ se hacía a través de recomendaciones y tanto la instrucción como la capacitación eran llevadas a cabo en los propios lugares de trabajo. Hacia 1881 se publicaron las ¨Instrucciones para sargentos, cabos y vigilantes¨ que, los comisarios estaban obligados a transmitir oralmente a sus subordinados. Como el oficio de policial se consideraba mal pago, eran comunes las deserciones. Asimismo, muchos vigilantes alternaban el trabajo de la seguridad con otras ocupaciones.

Los primeros vehículos

En términos tecnológicos, en la década de 1910 la policía incorporó los primeros vehículos a motor que fueron dejando atrás las patrullas a caballo y, que fue distanciando en cierta medida, al policía del vecino. En Puan el personal estaba integrado por un comisario, un oficial, cinco escribientes, un sargento, dos cabos y veinte agentes. Poco a poco fueron creándose escuelas y academias para la formación de la fuerza policial, se publicaron textos y manuales de instrucción lo que fue profesionalizando y disciplinando a esta importante institución.

En la actualidad, luego de varias reformas estructurales, la seguridad y el orden público en el Partido de Puan es custodiado por la Estación de Policía Comunal 1 de Puan y la Estación de Policía Comunal 2 de Darregueira. Y su zona rural, por dependencias pertenecientes a la Policía de Seguridad Rural.