Fue maestra en Lecube y después de 62 años volvió a su escuela
La Cabalgata y Peregrinación a la monumental Iglesia de López Lecube, no solo depara la sorpresa de hallar tamaño templo en el medio de la pampa, sino que se trata de un lugar que encierra historias de vocaciones, sacrificio y mucho amor.
A sus 85 años, Bertha Suárez luce impecable. Elegante, vestida para la ocasión, su figura erguida se detiene a cada tanto, para mirar a su alrededor, como buscando alguna cara familiar, alguna mirada hoy ya adulta, que le recuerde a quienes fueron sus alumnos allá lejos y hace tiempo, cuando se apagaba la década de 1950.
Con admirable lucidez, se reconoce como una usuaria de redes sociales, y de whatsapp, siempre interesada en leer y estar actualizada.
Bertha vive en Bahía Blanca y conserva la inquietud y la vivacidad de aquella joven maestra llegada a este inhóspito paraje rural en 1959 para ejercer en la Escuela Primaria N° 10 “Nuestra Señora del Carmen”. La emoción la invade y le roba alguna lágrima cuando, entre tanta gente que vino a la Peregrinación, se encuentra con un alumno.
“Trabajé en esta escuela durante entre 1959 y 1961. Yo vivía ahí en la escuela, pasaba toda la semana en Lecube y los viernes me iba en tren.
No saben la emoción que tengo hoy. Estaba sola, con 37 alumnos a cargo, a su vez, preparaba a los chicos que tenían alguna discapacidad para poder hacer dos años en uno”, recuerda.
“Después me enviaron una docente y ahí, más o menos, me aliviaron el trabajo”, explica.
En medio de la charla, donde tantas historias y anécdotas se apresuran por salir de su memoria, Bertha nos pregunta “saben por qué estoy acá”.
“Mi hija me dijo: “mamita: el domingo no tomes compromisos, porque tengo una reunión y vos tenés que ir paqueta. Y resulta que no era una reunión para ella… era para mí. Mi hija es médica y no era un compromiso para ella, la sorpresa era que iban a traerme a López Lecube”, nos comenta.
“Tengo dos nietos, tuve cuatro hijos y fallecieron dos. Hace seis años que estoy sola, mi esposo falleció. Esta es la vida”, finalizó.
Recordando otras épocas (foto tomada en la galería de la Iglesia de Lecube)
